Nueva ola de horror golpeó el centro-norte de Nigeria el pasado fin de semana, cuando el grupo islamista radical Boko Haram armados perpetraron una masacre en seis aldeas del área de Bokkos, en el estado de Plateau, Nigeria.
Al menos 52 agricultores cristianos fueron brutalmente asesinados, 22 más resultaron heridos y cerca de 400 viviendas fueron reducidas a cenizas, según confirmó la Agencia Nacional de Manejo de Emergencias (NEMA).
La tragedia, que forma parte del prolongado conflicto entre comunidades agrícolas cristianas y ganaderos musulmanes de etnia Fulani, obligó a más de 1,800 personas a huir de sus hogares, las cuales han sido reubicadas de emergencia en tres campamentos temporales.
El presidente nigeriano, Bola Tinubu, condenó los ataques y ordenó a las fuerzas de seguridad capturar a los responsables.
Los supervivientes denuncian una impunidad persistente ante las matanzas y lamentan la dolorosa indiferencia de las autoridades y comunidad internacional.
La ONU guarda silencio ante los hechos, y pocos son los medios de comunicación que informan de lo ocurrido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.