ABC | Daniel
Johnson, un británico de 32 años residente en la región de Tyne and Wear
(ubicada en Gran Bretaña) y obsesionado con los alienígenas y las teorías de la
conspiración, está siendo juzgado estos días por haber apuñalado hasta la
muerte en 2013 a su esposa, Gemma Finnigan –de 24-, al considerar que el
demonio se había apoderado de su cuerpo.
Según
afirman varios diarios británicos como el «Daily Mirror», el cuerpo de Finnigan
fue hallado el 13 de septiembre de 2013 en su casa de Tyne and Wear después de
que su marido –un hombre obsesionado con el ocultismo- fuera visto vagando por
la zona comportándose, según los testigos, como si fuese un perro. Las
autoridades, después de que se denunciara la desaparición de la joven, entraron
por la fuerza en la vivienda para, desgraciadamente, encontrar su cuerpo
apuñalado y ensangrentado.
Tras una
investigación previa, la Policía de la región arrestó a su novio quien pasó su
primera noche en el calabozo caminando a cuatro patas y gritando que iba a
cortar el cuello a alguien. Después de ser interrogado, Johnson declaró que
había acabado con su mujer debido a que el diablo o un ser maligno se había
introducido en su interior y debía acabar con ella para salvarla.
«En este
contexto, preveo que los médicos dirán que él no sabía que lo que estaba
haciendo estaba mal, pensó que estaba matando al diablo y así la protegía. A
nivel legal, significa que estaba en un estado de delirio o locura», ha
afirmado, en declaraciones recogidas por los diferentes diarios ingleses, la
fiscal del caso Jamie Hill.
La pareja,
concretamente, había vivido tres años en el piso hasta que Finnigan fue
asesinada. Por su parte, los expertos han determinado que Johnson sufre una
esquizofrenia paranoide que actuará como atenuante durante el juicio. Hill,
finalmente, ha señalado que el acusado tiene antecedentes psiquiátricos menores
y había sido tratado por depresión leve en 2010 y 2011.
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