El grupo
terrorista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) realizó una nueva
ejecución pública en la localidad de Nínive, Irak, ante la presencia de una
multitud que miró perpleja la decapitación. La víctima del bestial hecho era un
ciudadano iraquí acusado de practicar “brujería”.
El club de
lectores digitales Leamos, de la mano de la escritora argentina Flavia
Pittella, invita cada semana a conocer la literatura tradicional y redescubrir
a los autores más destacados de diversos géneros.
Hoy, Pureza,
de Jonathan Franzen, el libro con el que el autor logró superar el listón
marcado con su anterior novela, Libertad, que en su momento supuso un hito
admirado y reconocido en todo el mundo tanto por voces expertas como neófitas.
Pittella
describió que “si la literatura es el instrumento ideal para que el ser humano
ilumine los recovecos más oscuros de su mundo interior y perciba con mayor
nitidez la realidad que lo circunda, Jonathan Franzen es el novelista
contemporáneo que más se atrevió a explorar las fronteras que condicionan
nuestra existencia”.
El hombre
fue exhibido en una plaza central de esa ciudad situada al norte del país. De
rodillas, con sus manos atadas y sus ojos cubiertos con una venda, los verdugos
le pusieron una vestimenta completamente azul. Luego, proceden a cortarle la
cabeza con un sable. Ésa permaneció un largo rato sobre su cuerpo para que la
multitud contemple qué puede pasar si violan la sharia, la ley islámica que
rige en las ciudades capturadas por el ISIS.
Luego, uno
de los terroristas perteneciente a la Corte islámica que realiza las condenas
-en su mayoría sentencias exprés- lee los cargos que le fueron imputados al
acusado quien fuera ejecutado minutos antes. La decapitación servirá a
la multitud como una advertencia.
A partir de
las vidas entrecruzadas de un puñado de personajes retratados con un grado de
realismo que hipnotiza al lector, el relato gira en torno a una joven de nombre
dickensiano, Purity “Pip” Tyler, que tras su paso por la universidad se afanó
en encarrilar su vida acorde con unos principios que considera irrenunciables.
Atrapada en una relación malsana con su madre, que nunca quiso revelarle el
nombre de su padre ni por qué se cambió el apellido antes de que ella naciese,
Pip sobrevivió con trabajos intrascendentes hasta que el encuentro fortuito con
una mujer involucrada en el activismo antibelicista se traducirá en unas
prácticas en el Sunlight Project, una organización radicada en Bolivia que se
dedica a revelar secretos de personas, corporaciones y gobiernos.
El fundador
y artífice del negocio es Andreas Wolf, un carismático agitador de la ex RDA
reciclado durante el caótico período posterior a la caída del Muro de Berlín.
El sospechoso interés de Andreas por Pip trastocará sus ideas convencionales
sobre el bien y el mal, empujándola hacia un destino que no figuraba ni
remotamente en su imaginación.
Fuente: El Periódico
de Tucumán
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.