NORUEGA.-
Una controversia en Noruega está llamando la atención por lo inusual que es. El
matrimonio formado por el rumano Marius Bodnariu, y la noruega Ruth, quienes
tienen cinco hijos, tres niños y dos niñas. Una de ellas es aún un bebé de
pecho. Sin embargo, debido a una denuncia interpuesta en el servicio social del
país este le quitó a los padres la custodia de sus hijos, alegando que era por
“la radicalización y el adoctrinamiento cristiano”.
El 16 de
noviembre, llegaron a la escuela los asistentes sociales y tomaron bajo
custodia a los dos hijos mayores sin el conocimiento de sus padres. Luego estos
llegaron con policías a la casa de la familia y se llevaron a los otros dos. Sólo
le dejaron el bebé. Al día siguiente, después de haber intentado, sin éxito,
resolver la situación en la estación de la policía local, la pareja se vio
obligada a desistir.
Sin
embargo, una petición en línea está pidiendo el regreso de los niños con sus
padres, más de 29.000 personas han firmado la petición. El caso llamó la
atención porque Europa está siendo testigo de diferentes protestas de personas
que no quieren inmigrantes musulmanes en el país, ya que esto podría conducir a
la imposición de reglas jihadistas.
El discurso
de la corrección política prevalece, diciendo que se debe respetar las
diferencias culturales.
En la
página que pide al gobierno devolverle los niños a sus padres, el hermano de
Marius es el pastor de la iglesia pentecostal a la que pertenece la familia. El
texto de la petición dice: “Ellos son una familia cristiana normal. ¡Tratan de
criar a sus hijos en el conocimiento de Dios! ¡No hay ningún tipo de abuso
documentado en esta familia!”.
La parte
final pide a los cristianos orar por la situación, ya que son acusaciones sin
fundamento. Al parecer, los niños recibieron una formación rígida, aprendiendo
sobre el pecado y el castigo divino. Es posible que esto llegara al
conocimiento de la escuela donde estudian los niños mayores. Una denuncia fue
hecha, con sospecha de abuso, una vez que ellos eran corregidos por sus padres.
Sin embargo, a pesar de que no existe ninguna evidencia que respalde los supuestos
abusos, los padres perdieron su apelación en el tribunal regional.
En su
defensa, Marius y Ruth afirman que todos sus hijos tienen un buen rendimiento
académico y entienden que ellos enseñan valores. Por ahora, la pareja sólo
puede visitar a su hijo de tres meses de edad, dos veces a la semana durante
dos horas, así como a sus hijos. Por ahora, no tendrá acceso a sus hijas, que
fueron colocados en un lugar diferente de sus hermanos.
Fuente:
Ministerio Antes Del Fin
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