EE.UU.- Dos
maestras de un jardín de infantes en la ciudad de Katy, Texas, fueron
despedidas a principios de este mes por negarse a llamar “niño” a una
estudiante de seis años de edad.
Madeline
Kirksey y su colega Akesha Bogany Wyatt presentaron una demanda contra el
Centro de Aprendizaje Infantil Lighthouse, alegando que su despido fue por
razones religiosas.
De acuerdo
con ambas, la dirección de la escuela las despidió porque no aceptaban la
“imposición de la agenda transgénero”.
Katy es una pequeña ciudad en las afueras de
Houston, donde el alcalde Annise Parker, que es lesbiana, ha atacado
abiertamente a las iglesias.
Kirksey
cree que se violaron sus derechos a la libertad religiosa y quiere de nuevo, su
puesto de trabajo. Ellas contrataron a los abogados Andy Taylor y Briscoe Cain,
que han defendido otros casos de discriminación religiosa.
Recientemente,
Taylor derrotó al Ayuntamiento de Houston en la batalla legal relacionada con
una ley que permitió que el transexual eligiera qué baño público prefería.
Durante el largo proceso, varios pastores de la ciudad, lucharon en contra de
esta ley porque fueron obligados a presentar sus sermones a un juez, con el
argumento de que ellos estaban predicando contra la homofobia.
Los
cristianos se movilizaron y, como resultado, el gobernador Greg Abbott firmó la
ley 2065, conocida como “Ley de Protección del Pastor”, que garantiza a los
ministros el derecho a no celebrar ceremonias de matrimonio entre personas del
mismo sexo en las iglesias de las que son responsables.
El caso de
las maestras cristianas está generando una nueva ola de protestas en Texas.
Todo comenzó cuando una pareja gay, responsable de una de las estudiantes,
instó a los funcionarios de la escuela a que llamaran a su hija “niño”. Además
de cambiarle el nombre a la niña, le cortaron el pelo y la vistieron como un
chico.
Sin
embargo, los maestros dicen que el niño ha asistido a la escuela durante cuatro
meses antes de que sus padres decidieran que iban a cambiarle el “género”.
También afirmaron que la niña alterna su comportamiento, en algunos días ha
afirmado ser chica y en otro chico. Cuando consultaron al consejo escolar,
recibieron un documento que “enseña” cómo hacerle frente a los estudiantes
transgéneros.
Cuando
ellas se negaron, argumentando que iba en contra de sus principios religiosos,
y que era una forma de “abuso infantil”, fueron despedidas. El caso de la niña
está creando problemas en la escuela, que cuenta con unos 100 alumnos, ya que
la niña estaba siendo “expuesta a la ridiculez”, dice el proceso.
La maestra
Wyatt dijo: “Ser o no ser una niña o un niño no es un tema apropiado para que
los niños discutan a esta edad. Como cristiana y madre de un niño que asiste a
la misma escuela, no quería exponer a mi hijo u otros niños a este tema. Los
padres de los otros niños tenían derecho a saber lo que estaba pasando”.
El abogado
Andy Taylor dijo a la prensa que “nuevamente la insistencia de las comunidades
LGBT es la creación de derechos especiales para un pequeño grupo de personas
que están pisoteando las libertades civiles de los demás”.
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