RIES | Miembros
de la secta Templo Satánico en Tucson (Arizona, EE.UU.) denuncian haber sido
discriminados al negárseles la oportunidad de hacer una invocación satánica
ante el Consejo de la Ciudad de Scottsdale tal como estaba programada para el 6
de julio. Lo cuenta Univisión.
En un
comunicado, la Ciudad de Scottsdale dijo el pasado 23 de mayo que no permitirán
hacer la invocación porque la autorización se da únicamente a representantes de
instituciones que tienen un vínculo con esta comunidad. “Ellos no negarán la
oportunidad. Fue un insulto muy grande. ¿Quién decide esto de quién tiene
vínculo con la comunidad?”, cuestiona Michelle Shortt, satanista.
Esta líder
del Templo Satánico alega que cuando los gobiernos locales abren sus puertas a
las religiones, las abren a todo el mundo. Por eso asegura que la Ciudad de
Scottsdale los está discriminando. “Nos han discriminado ahora. Es muy pronto
para saber qué vamos a hacer, pero no nos olvidamos de Scottsdale”, dice Short.
“¿Por qué necesitamos una razón de lo que estamos representando? Queremos la
misma oportunidad. Nuestras acciones exponen la hipocresía del gobierno”,
señala Short.
Sus
detractores aseguran que estos grupos están siendo utilizados por el demonio.
“Esto es serio. La única manera de detenerlos es conociendo la verdad. Si uno
no conoce la verdad, va a caer en las mentiras porque maquillan las cosas”,
asegura el pastor evangélico Francisco Santacruz. Mientras tanto, el Templo
Satánico advierte que no descansará hasta que otras ciudades de Arizona les
permitan la invocación.
Otro caso
hace unos meses
En febrero
de este año, este mismo grupo satánico le pidió al Consejo de Phoenix la
oportunidad de hacer su “oración”, pero también se les negó. Aunque
consiguieron su verdadero propósito. Con cinco votos a favor y cuatro en
contra, la tradición de orar antes de iniciar las sesiones del Consejo de la
Ciudad de Phoenix (Arizona) quedó eliminada y remplazada por un minuto de
silencio.
Esta
votación se realizó después de que el Templo Satánico de Tucson exigiera que se
le permitiera ofrecer su oración el 17 de febrero en una sesión ante el Consejo
de la Ciudad de Phoenix, tal y como lo hacen los cristianos.
Stu de
Haan, uno de líderes del grupo satanista, asegura que son una religión, pero
que no adoran al diablo. “Somos rebeldes y tenemos tendencias que seguimos que
no intentan herir a inocentes, que buscan enfrentar la realidad racionalmente,
en vez de con superstición”, dijo Haan entonces a 12 News.
Monica
Dennington, quien asistió a la discusión, asegura que el culto satánico no es
una religión sino un grupo político que lo que buscaba era callar a los que
querían orar. La petición del Templo Satánico de Tucson generó fuertes
reacciones antes y después de la sesión.
“No
queremos que quiten la oración ni de los trabajos ni de las escuelas, ni de
ningún otro lugar”, dijo Lupita Medrano, quien estuvo entre las 60 personas que
expresaron su opinión en la discusión. “Si esto sucede aquí y abren la puerta a
la invocación de Satanás, realmente vamos a una destrucción segura”, aseguró el
pastor Asbel Gustavo Gonzalez.
Pero para
otras personas, como Joanne Scott, la oración no debe ser parte de la agenda en
las sesiones del Consejo de la Ciudad de Phoenix. Según el abogado Rubén Cruz,
si se le daba la oportunidad a distintos grupos de dar su oración antes de los
actos ante el Consejo de la Ciudad, no se le puede negar el derecho a ciertos
grupos, incluyendo el culto satánico. “Si es considerada una relación, va a ser
bastante claro que ellos no van a tener el derecho de rezar como rezan los
cristianos”, dice Cruz.
Otra
provocación: una cruz invertida
Y yendo un
mes más atrás, a enero de 2016, un activista ateo del Templo Satánico pidió
exhibir una cruz satánica en las ciudades de Doral y Fort Lauderdale (Florida) con
la intención de promover la separación de Iglesia y Estado. Hasta el pasado 15
de enero, la cruz adornó el jardín de la parte frontal de la alcaldía de
Hallandale Beach, después de que el activista Chaz Stevens la instalara unos
días antes.
El símbolo
satánico que querían exponer después en Doral y Fort Lauderdale es una cruz
invertida, de seis pies de alto, a la que Stevens le escribió: “En Chaz
confiamos, los otros pagan en efectivo”.
“El
gobierno no tiene derecho a estar en el negocio de la religión”, dijo Stevens.
“Mantenga la Iglesia fuera del Estado”. Según reseñó el Sun Sentinel, como
muchos satanistas, Stevens no cree en seres sobrenaturales, por lo que el ateo
aclaró que él no cree en Satán, sino en la satanología.
“La mayoría
de las personas piensan que los satanistas creen en una criatura mítica
diabólica, un tipo con cuernos que vive en el medio de la tierra o en algún
lugar. Una vez más, se equivocan”, aclaró Stevens. La ciudad de Hallandale
Beach aprobó la instalación de esta cruz invertida como parte del derecho que
tienen los residentes a libertad de religión, al igual que permitió la
exhibición de estampas navideñas alusivas al nacimiento de Jesús.
Pero para
salvaguardar la imagen de la administración municipal, el Ayuntamiento colocó
un letrero diciendo que es una expresión de la libertad religiosa y que fue
instalada de forma privada. Por casi dos años, Stevens ha tratado de eliminar
la oración en las reuniones públicas pidiéndole a varias ciudades del sur de la
Florida que le permitan realizar una oración satánica durante las reuniones de
la Comisión, explicó el Sun Sentinel.
De acuerdo
con su explicación, una reciente determinación de la Corte Suprema de los
Estados Unidos permitió la oración en las reuniones gubernamentales pero esto
tendría que aplicarse a todas las religiones.
Pero este
activista no es el único que lleva esta peculiar lucha para que se lleve a cabo
la separación de Iglesia y Estado. El Templo Satánico ha peleado por su derecho
de distribuir material didáctico a estudiantes de escuelas públicas de la
Florida como lo han hecho entidades religiosas cristianas.
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