Al-Rashid
era el comandante de un grupo islá,ico radical, que deseaba convertir a todos
al Islame y hacer que todas las naciones se sometieran al dominio musulmán.
Después de oir varios testimonios de musulmanes que cambiaban a Mahoma por
Jesús, decidió crear una fuerza para rastrear a los líderes cristianos
responsables de dichas conversiones.
El objetivo
era hacer que esos hombres se convirtieran al Islam a cambio de que no los
mataran. Fue en ese entonces que supo que el pastor Paul, un ex musulmán,
estaba liderando un ministerio de evangelización en diferentes partes del
mundo. De hecho, Paul y su equipo distribuyen Biblias en muchos idiomas y
ayudan en la formación de iglesias domesticas subterráneas en países donde el
Evangelio está prohibido.
Luego de
seguir los movimientos del pastor, Al-Rashid trazó un plan para matar a la
familia del pastor y luego secuestrarlo, forzándolo a regresar al Islam. Todos
los intentos de llevar el plan a cabo fracasaron. “Los atacamos varias veces”,
contó el extremista, “pero ellos siempre escapaban milagrosamente”.
Una noche
fue hasta la casa del pastor, deseando asesinar a todos, pero llegando a la
misma, vio lo que parecían ser cientos de soldados armados rodeando el lugar y
protegiéndolo, y por ello desistió. Después supo que no había nadie fuera de la
casa aquella noche, lo que lo dejó completamente intrigado.
Tiempo más
tarde, Al-Rashid descubrió que la familia del pastor estaba pasando por
necesidades, incluyendo falta de alimentos adecuados para los niños. Decidió
enviar a una mujer para entregarles comida envenenada. Sin embargo, a la mitad
del camino ella fue atacada por un perro, quedando gravemente herida y nunca
llegó a entregar los paquetes.
Entonces
decidió enviar una segunda mujer, que dio chocolate con veneno a los hijos del
pastor Paul. A pesar de haber comido los chocolates, ellos sobrevivieron, pero
la niña quedó muy mal y tuvo que ser internada.
“Fuimos al
hospital, junto con dos hombres de otro lugar, para ver si la niña moriría.
Nuestro plan era secuestrar el cuerpo de ella”, contó Al-Rashid. Fue entonces
que ocurrió algo inesperado.
“Vi una
bola de luz descender del cielo y reposar sobre el cuarto donde la hija del
pastor se encontraba, ella estaba sedada e inconsciente.” recordó. Sin entender
lo que estaba ocurriendo, percibió claramente que una mano salía de la bola de luz y tocó a la hija
del pastor. La niña inmediatamente recuperó la conciencia y se levantó.
Explicó que
la imagen de esa mano con un agujero en el medio de la mano y con sangre
saliendo de ella lo impresionó. “Estaba temblando de miedo” dijo Rashid. “Quedé
mareado y caí”. Después de esa visión poco común, el líder terrorista paso a
tener dificultades para dormir.
Cada vez
que cerraba los ojos por mucho tiempo, recordaba aquella mano. Pocas noches
después, la sombra de un rostro humano apareció junto con la mano y le preguntó
que estaba “predicando”. “Yo perdí la paz”, recuerda Al-Rashid.
Recordó
entonces que tenía una Biblia en su cuarto, que consultaba de vez en cuando
para hacer críticas a los cristianos e intentar demostrar la superioridad del
Islam. Abriendola, sus ojos se posaron en el texto de Juan 1:9-10 “Aquella luz
verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. En el mundo estaba, y
el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció.”
“En aquel
momento entendí lo que hablaban acerca de Jesús” dijo. Comprendió que la luz
que había visto era realmente Jesús, que sangró por él en la cruz. Perturbado,
Al-Rashid buscó al pastor Paul y le contó todo. Para su sorpresa, recibió un
abrazo y escuchó del líder cristiano, con lágrimas en los ojos, que estaba
perdonado.
Aquella
noche, Al-Rashid entregó su vida a Jesucristo y nació de nuevo. Ahora dedica su
vida a Evangelizar musulmanes que, como él estaba, siguen los engaños del
Islam. Trabajando con el ministerio Biblias para Medio Oriente, hoy cuenta su
testimonio de cómo fue alcanzado por el amor de Jesús.
Fuente:
Gospel Prime
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.