En la actualidad existe una crisis en el
arte musical evangélico con claros detalles de espiritualidad y decadencia.
Esto no es nada nuevo, sin embargo es
lamentable. En estas últimas tres décadas dicho arte tuvo un crecimiento
bastante visible.
Sin embargo en el arte evangélico, los
productores se olvidaron del vínculo natural y dinámico en las iglesias.
La base de apoyo de los cantantes bíblicos
es precisamente la iglesia porque es allí donde trabajaban su ministerio
artístico, ahora son solo un grupo más.
El arte evangélico es un fenómeno que se
destaco y se comercializó ya que existen personas que consumen esto y no sería
algo nuevo que salgan productos destinados a satisfacer la gran demanda del público.
Es obvio, que saliera a la palestra un arte
comercial, sin embargo esto no justifica que un arte nacido de la fe, perdiera
por completo su objetivo ministerial, es decir su llamado misional.
Recordemos que el arte secular
norteamericano que vemos hoy en día, empezó en las iglesias. Muchas estrellas
del arte norteamericano, se perfeccionaron en las iglesias para luego ir en
busca de fama y fortuna finalizando de una manera desconcertante.
Estrellas como Whitney Houston, Jerry Lee,
Elvis Presley se destacaron grandemente.
El cantante o músico que resalta en la
iglesia tiene a la mano la fama y la fortuna, sin dejar de lado su fe.
La rentabilidad económica, los niveles de
fama y aceptación pueden ser alcanzados desde la religión, inclusive es más ventajosa
que lo que ofrece el mundo secular.
Existen artistas seculares que se convierte
a Cristo y son miembros de alguna iglesia evangélica pero cantan en el mundo
secular y nadie los cuestiona.
No es por juzgar a nadie, sin embargo esto está
muy mal.
Tenemos que estar claros en nuestra misión.
Para que realmente fuimos llamados por Dios, sin importar que talento tengamos.
Estamos para discernir los valores, saber
con exactitud cuál es la ruta de vida a seguir y hacer lo que nos enseño
Jesucristo en Lucas capitulo 4. Cristo tuvo muchas ofertas realmente
tentadoras, sin embargo Él vino a hacer la voluntad de Dios.
El enemigo nos ofrece autosatisfacción
personal, el poder suplir cualquier carencia, fortuna y la glorificación del
mundo.
Sin embargo preferimos seguir con la misión
que nos dejo Jesús: curar a los enfermos, consolar a los afligidos, dar vistas
a los ciegos y proclamar las buenas nuevas de liberación para los cautivos
(Lucas, 4:1-19).
El arte musical evangélico es un peligro y
nadie se a puesto a analizar detalladamente las posibles consecuencias.
Ante la falta de respuesta pastoral
teológica que satisfaga a los creyentes están siendo alimentados por
predicadores con mensajes psicológicos que no pueden llenar los vacíos de
tantas personas desorientadas y depresivas.
Hay tantos jóvenes en las iglesias con
talento, pero no están siendo orientados en servir a la iglesia ya que están
viendo como saltan al arte comercial religioso olvidándose de su verdadero
llamado.
Muchos predicadores carentes de
conocimientos bíblicos están utilizando mensajes con bases psicológicas para
alimentar a la grey sin poder llenar sus necesidades espirituales porque no está
la Palabra del Señor por ningún lado.
Cabe destacar que hay músicos, predicadores
y cantantes que están al servicio de la iglesia enfocados en llevar el mensaje
de salvación y de dar a conocer el Reino de Dios.
Hay que olvidarse de las alfombras rojas,
las premiaciones y de los aplausos, tenemos que volver a Dios, a leer la Biblia
y a seguir las pisadas de Cristo.
Tenemos que hacer un análisis detallado y
profundo a la luz de la Palabra.
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