Extremistas islámicos de etnia Fulani,,
llevaron a cabo ataques armados en las comunidades en el estado de Kaduna, en
el centro de Nigeria, el 19 y 20 de febrero, destruyendo casas y matando al
menos a 26 personas, entre ellas dos policías.
De acuerdo con la CSW, cientos de
extremistas aparecieron en Bakin Kogi en el área del gobierno local de Jemaa en
el sur de Kaduna durante la noche 19 de febrero y quemaron casas, matando al
menos a siete personas y dejando a más lesionada.
En la mañana del 20 de febrero, hombres
armados mataron a 14 personas en ataques simultáneos en las localidades de MiFi
y Ashim en Kaura. Entre las víctimas había mujeres y niños, y tenían entre ocho
y 73 años. Los Fulani también han estado involucrados en batallas armadas con
soldados y policías que se trasladaron a reprimir los ataques.
El gobierno del estado dijo que los últimos
asesinatos fueron para mover el comandante del Ejército y la Policía al sur de
Kaduna, al parecer para coordinar la respuesta a los “malos”.
Sin embargo, también acusó a los líderes de
la iglesia, activistas, periodistas e incluso los gobernantes tradicionales que
tratan de aumentar la conciencia de la violencia, con discurso de odio, y
tratar de conseguir la financiación exterior. Varios de ellos fueron llevados
para ser interrogados y fueron detenidos brevemente.
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