Los antiguos sacerdotes jesuitas Malaquías
Martín y Alberto Rivero dijeron a los estadounidenses que asistieron a las
misas negras antes de salir de la Orden.
El sitio web llamado puritans.net, resume
una breve sinopsis de lo que dijeron los dos sacerdotes:
Malaquías Martin fue partícipe de una misa
negra, la cual se celebró en la Catedral de San Pablo en 1963. Durante este culto
atroz, varios cardenales “instalaron a lucifer en su lugar apropiado” en el
Vaticano, como “cabeza de la iglesia.”
Martin afirma que una buena parte del abuso
sexual infantil que ocurre ahora, es causado por adoración satánica. Los ritos
Luciferianos por parte de muchos de los sacerdotes, monjas, y la jerarquía, nos
da a entender que muchos de los que se dedican a este tipo de “adoración” son
de hecho masones secretos.
Malaquías Martín fue un sacerdote jesuita,
con un alto cargo oficial en el Vaticano. De hecho él tiene una fotografía
sentado justo al lado de Juan Pablo I – el Papa que fue asesinado, señala tiempo
cristiano
Alberto Rivera también dice que asistió,
como jesuita, a una misa negra en el Vaticano.
Rivera falleció en 1999. Algunos católicos
creen que fue asesinado. También escribió una superproducción titulada “Los
Jesuitas: La Compañía de Jesús y la traición de la Iglesia Católica Romana.” En
ese libro, se detalla cómo los jesuitas se hicieron comunistas en la década de
1960, bajo su entonces secretario general, Pedro Arrupe. Y documenta cómo se
fomentaron las revoluciones comunistas en varios países, especialmente en
América Latina y África.
Aquí pueden ver un informe acerca de estas
misas negras:
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