RT | Un joven ruso que formó parte de los
Testigos de Jehová ofreció una entrevista al portal Afisha
Daily en la que narra cómo luego de dedicar muchos años a la congregación
religiosa decidió abandonarla, una tarea que según él, fue un auténtico
calvario.
Iván (cuyo nombre real no fue revelado)
tuvo su primer contacto con la organización a los 11 años de edad a través de
su padre, quien ya asistía a sus reuniones. Al principio, la idea de vivir en
un nuevo paraíso en la tierra que le prometían le hizo pensar que adoptar esa
religión sería "una gran alternativa" al miedo a la muerte que
sentía.
"Me sentía como si fuera un
estudiante de Oxford"
Tras innumerables sesiones y estudios de la
Biblia con ayuda de dos testigos que frecuentaban su hogar, Iván comenzó a
asistir por sí mismo a la congregación a los 14 años de edad, y cuando cumplió
los 19 fue bautizado.
A medida que escalaba dentro de la
jerarquía de la organización, debía dedicar más y más horas al voluntariado, a
la evangelización, e incluso se vio obligado a dejar su ciudad y su familia
durante varios años: "Ingresé a una escuela de entrenamiento ministerial.
Me sentía como si fuera un estudiante de Oxford o un miembro de una prestigiosa
élite"
Finalmente, el joven logró alcanzar el
grado de 'anciano', con el cual llegó a administrar y dirigir una congregación.
"Ellos [los ancianos] toman las decisiones importantes y predican en las
reuniones semanales. Tratan los pecados y excluyen a aquellos que no se
arrepienten", explica.
"Si te vas, lo pierdes
todo"
Sin embargo, Iván comenzó a sentir
paulatinamente un "desagrado" con su condición. Empezó a visitar con
frecuencia páginas de apóstatas (extestigos que abandonan la fe y la critican)
y, aunque continuaba siendo creyente, era consciente de que no tenía adonde ir.
"Si te vas, lo pierdes todo: tu
posición, tu honor, tu familia y tus amigos (…) muchos dudan del valor de las
enseñanzas, pero no pueden salir porque no están preparados para afrontar una
vida fuera. Salir de allí es como saltar desde un avión", describe.
Según su relato, el joven encontraba cada
día más razones por las cuales no quería seguir siendo testigo de Jehová. Desde
la censura y la exclusión a la que son sometidos quienes cometen faltas hasta
el hecho de no poder recibir transfusiones de sangre.
"No podía predicar algo en lo que ya
no creía más", afirma. Por tal motivo, decidió renunciar oficialmente a
sus cargos "sin escándalos". No obstante, fue repudiado por sus
antiguos correligionarios, que lo catalogaron como “apóstata" luego de
leer unos extractos de su correspondencia que obtuvieron sin permiso.
"Si te vas, lo pierdes todo: tu
posición, tu honor, tu familia y tus amigos"
Iván, ex testigo de Jehová
"Perdí la oportunidad de
salvarme"
Pese a haber sido juzgado y perder su
título de anciano, el joven sigue siendo oficialmente testigo aunque, según
describe, se niega a asistir a sus reuniones porque sería tratado como un
"leproso". Tuvo suerte, porque muchos de sus amigos continuaron
hablando con él. Sin embargo, hay quienes dejaron de hacerlo porque,
"supuestamente, perdí la oportunidad de salvarme", asegura.
"No tengo miedo de la persecución por
parte de los testigos, aunque muchos de ellos me han localizado en Internet y
han tratado de asustarme", revela Iván.
No tengas miedo busca a Jesucristo el te salvara y tendras vida eterna.
ResponderEliminarEn la biblia dice no conocer la sangre. Pero no dice nada de la transfusión de la sangre. En GÉNESIS capítulo 9 versículos 4 PERO CARNE CON SU VIDA , QUE ES SU SANGRE, NO COMEREIS. NO DICE CLARAMENTE NO COMEREIS LA SANGRE PERO NO DICR NADA SOBRE LA TRANSFUSIÓN DE SANGRE MENOS MAKL QUE NO FUI A NINGUNA REUNIÓN TESTIGO DE JEHOVÁ PERO ME GUSTA LOS FOLLETOS PERO NO CAMBIA MI POSTURA SOY CRISTIANO Y MORIRÉ ADI. YI HUBIERA ECHO LO MISMO QUE TU AMIGO Y HERMANO EN CRISTO
ResponderEliminarEl unico que te puede juzgar es aquel que dio su vida por ti en la cruz del calvario, Jesucristo. Las religiones fueron creadas por el hombre, no por Dios, ninguna religion tiene el poder de salvar o condenar a nadie, solamente nuestro señor y salvador Jesucristo, el rey de gloria.
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