La creciente tensión entre Estados Unidos y
Corea del Norte ha elevado la atención hacia el poderío militar con el que
cuentan los países liderados por Donald Trump y Kim Jong-un respectivamente.
Dentro de ese marco, uno de los aviones que
ha sido destacado últimamente como una de las estrellas de la flota aérea
norteamericana es el E-6 Mercury, el cual es considerado como clave para las
operaciones de Washington.
Según publica The National Interest, el
columnista en seguridad e historia militar Sebastien Roblin catalogó a la nave
como “un componente vital”, especialmente para demostrar al mundo que Estados
Unidos responderá de manera devastadora ante cualquier provocación.
El E-6 Mercury tiene como propósito
principal ser un “Take Charge and Move Out”, es decir “hacerse cargo y
desalojar”. En ese sentido, el avión recibe en todo momento la línea de
comunicación entre las autoridades del mando nacional y las fuerzas nucleares
norteamericanas, para desde allí despachar las órdenes recibidas.
Por este motivo cobra importancia la labor
del avión, ya que sería la parte más relevante en caso que desde la Casa Blanca
se ordene el lanzamiento de algún misil de índole nuclear.
“Es
decir, se puede cortar la cabeza de las fuerzas nucleares de EE.UU., pero el
cuerpo permanecerá activo gracias a estos aviones del día del juicio final”,
afirma Roblin.
En 1989 entró en funcionamiento el primer
E-6 Mercury y se estima que en todo momento hay al menos una de estas naves
sobrevolando algún rincón del mundo. Y pese a que su labor es importante para
el Ejército norteamericano, el analista asegura que el funcionamiento del
avión”será considerado un éxito si nunca tiene que ejecutar su misión
principal”.
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