Pastores musulmanes Fulani mataron a nueve
personas e hirieron a cinco después de rodear su vehículo y disparar contra
ellos mientras regresaban de un mercado cercano.
El ataque tuvo lugar en el estado de
Plateau la noche del 7 de noviembre, cuando los pastores fulani intensificaron
su violencia contra una comunidad cristiana.
Los lugareños han perdido la confianza en
el gobierno federal para protegerlos y piden a las Naciones Unidas y otros
organismos internacionales que intervengan en lo que consideran un "típico
caso de genocidio y limpieza étnica sistemática" por parte de los
islamistas para obligarlos a abandonar sus tierras. "Creo que los líderes de
Fulani no están listos para la paz", dijo un representante del consejo
local.
Un líder cristiano comentó: "Hemos
seguido obligados a llorar la muerte de algunos de nuestros miembros por una
causa no justa. Sea lo que sea, nuestra fe depende de Jesucristo, nuestro Salvador
".
Las masacres de las comunidades cristianas
están aumentando, con más de 55 muertos solo en octubre. El ataque contra Mai
Farin Mota y Jebu Miango, donde murieron siete personas, fue solo uno de
muchos.
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