RT | Un
virus que mata al 90% de los infectados y para el cual no hay tratamiento. Así
es el ébola, que ha aterrorizado a la comunidad internacional al propagarse por
Guinea desde el sur del país hasta Conakri, la capital.
En total
entre el enero y finales de marzo en Guinea se han registrado 111 casos de
fiebre hemorrágica causada por el virus ébola, 70 de los cuales mortales, según
el comunicado oficial del Ministerio de Salud de este país de África
occidental, publicado el 28 de marzo. La mayoría de los casos fueron
registrados en el sur del país.
También se
han registrado posibles casos de esta enfermedad en Sierra Leona y Liberia,
fronterizos con Guinea por el sur y el suroeste.
Mientras,
las autoridades de Senegal, al norte de Guinea, cerraron el domingo la frontera
con este país para bloquear los puntos de paso entre las dos naciones, usados
activamente por comerciantes, sobre todo durante los fines de semana.
La
Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO por sus siglas en
francés, o ECOWAS, en inglés), integrada por 15 países, entre ellos Guinea,
Libera y Sierra Leona, se declaró "profundamente preocupada por la
epidemia, que representa una seria amenaza regional" e hizo un llamado de
ayuda a la comunidad internacional.
La batalla
Las
autoridades sanitarias de Guinea y organizaciones internacionales presentes en
el país han multiplicado sus acciones para acotar la zona afectada y reforzaron
sus equipos desplegados en el terreno. A la región afectada han sido enviadas
toneladas de material, incluso paquetes con productos higiénicos, que puedan
ayudar a los ciudadanos a protegerse de la epidemia.
La Comisión
Europea ha anunciado que proporcionará 500.000 euros para los esfuerzos para
contener la expansión del virus. "La UE está siguiendo el desarrollo de la
situación y trabaja con sus socios internacionales, incluso la Organización
Mundial de la Salud", se dice en el comunicado de la Comisión.
Más grave que
el sida y el cólera
Hasta el
90% de los contagiados con el virus ébola fallecen. Descubierto en 1976 cerca
del río Ébola, en la República Democrática del Congo (entonces Zaire), este
virus ha matado a más de mil personas. No es que la enfermedad sea incurable,
sino que no hay tratamiento ni vacunas con eficacia confirmada. Ninguna
compañía farmacéutica ha invertido en el desarrollo de vacunas, ya que el
mercado de su venta es demasiado pequeño para proporcionar beneficios. Solo
existen medidas preventivas para controlar la expansión, como la organización
de centros de aislamiento y desinfección sistemáticas de los hogares de las
personas afectadas.
La higiene
es lo único que ayuda a prevenir la infección, e higiene es precisamente lo que
falta en muchos países de África. En la capital guineana, por ejemplo, una
ciudad de dos millones de habitantes, en la mayoría de los barrios no hay
electricidad ni agua potable.
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