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| Durante sus servicios, un pastor de Zimbabue se comunica con el cielo, le
cuenta a Dios los problemas de sus fieles y, según él, recibe una respuesta
directa del creador.
"Hola, ¿es el cielo? ¿Es el
cielo?". El predicador zimbabuense Paul Sanyangore se hizo famoso a nivel
mundial por un don que, asegura, solamente él tiene: hablar con Dios.
Los fieles de la Iglesia Internacional de
los Ministerios de la Victoria Mundial lo siguen, le creen y lo admiran por su
capacidad. "Tengo un canal directo, en realidad tengo su número y puedo
llamarle cuando haya una necesidad", explicó, teléfono en mano, ante las
decenas de personas de su congregación.
Durante una de las reuniones en Zimbabue,
en el sur de África, hizo una demostración de su 'poder'. "Hola, ¿es el
cielo? ¿Es el cielo? Tengo una mujer aquí, ¿qué tienes para decir sobre
ella?", preguntó Sanyangore. De inmediato, 'dios' reveló detalles sobre la
mujer, publicó el sitio Africa News.
"Dijo que debemos rezar por sus
chicos, por los dos. Dice que uno es epiléptico, el otro es asmático. Dios me
pide que te diga que tu historia ha cambiado", expresó el pastor. Sus
críticos, sin embargo, aseguran que en realidad en el otro lado de la línea
estaba una persona que conocía la historia de esa mujer.
Ante los cuestionamientos, el pastor respondió que tiene "instrucciones en el teléfono sobre qué hacer o decir". "Si los cielos hablaron a Abraham ¿por qué no nosotros? Ustedes son de poca fe y la gente siempre tendrá dudas", continuó, y aunque aseguró que nada de lo que hace es para buscar "publicidad", ahora podría lanzar un canal de Internet llamado 'Heaven Online' (Cielo en línea).
Sus videos en las redes sociales ya han
sido reproducidos centenares de miles de veces.
Otros pastores con hábitos
particulares
Esta no es la primera vez que un pastor
africano se hace famoso por sus prácticas poco ortodoxas. En la provincia
sudafricana de Limpopo, Rufus Phala, de la Iglesia Cristiana Espiritual de
Makgodu, practica un método en extremo curioso para 'curar' a sus seguidores,
consistente en hacerles beber insecticida.
"Es nocivo, pero Dios me dijo que lo
usara", justificó esta práctica y aseguró que fue "la primera
persona" en probarlo.
Mientras que el pastor Lethebo Rabalago, también en Sudáfrica, rocía a los parroquianos con un insecticida para curar sus males.
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