RT | La
política de la Administración del presidente estadounidense, Barack Obama, en
lo referente a la guerra civil que devasta Siria desde hace cuatro años se
convertirá en el punto negro del legado del mandatario norteamericano.
El nuevo
informe de la Administración de Obama, citado por el periodista de 'The New
York Times' Peter Baker, muestra que la Casa Blanca se niega a aceptar
cualquier responsabilidad por el fracaso de la estrategia norteamericana en la
lucha contra el Estado Islámico. Solo cuatro o cinco rebeldes sirios entrenados
por EE.UU. siguen combatiendo en el devastado país, mientras que otros 55 o 56
fueron asesinados por militantes de la rama de Al Qaeda formada en 2012, el
Frente Al Nusra. EE.UU. ha gastado en su entrenamiento 42 de los 500 millones
de dólares asignados al proyecto. El senador Jeff Sessions ha descrito el
programa de "fracaso total".
Un
funcionario del Gobierno dijo al periodista de 'The New York Times' que el
presidente de EE.UU. no es el principal responsable de este fracaso: "Hay
que precisar que no se trata de Obama, sino de los que le presionaron para
poder entrenar a los rebeldes sirios". El argumento de Obama, según Baker,
es que "por desgracia se llegó a un acuerdo con los que le aseguraron que
este tipo de lucha contra el Estado islámico era eficaz, pero él no quería
hacerlo y ahora se ha convencido de que su postura original era correcta".
EE.UU. no tiene voluntad económica o militar de
cambiar por sí mismo el equilibrio de fuerzas en Siria
"Parece
que la Casa Blanca quiere echarles a los críticos la culpa de su propio
analfabetismo operativo", dijo Frederic Hof, exasesor especial para Siria
de la entones secretaria de Estado, Hillary Clinton, citado por 'Business
Insider'. "No creo que jamás haya visto una Administración que declarara
'¡El diablo me obligó a hacerlo!' para argumentar, justificar y explicar sus
propios errores", agregó.
El
exembajador de EE.UU. en Afganistán Ryan Crocker comulgó con Frederic Hof.
"No suena muy propio de un presidente: 'Nosotros no queríamos hacerlo,
creíamos que sería poco sólido, pero lo hicimos porque nos obligaron",
dijo Crocker. "Esto representa nuestra postura sobre Siria, muestra que no
tenemos una cierta política. Esto es lo peor que podría haber dicho
[Obama]", aseveró.
Actualmente,
cuando los intentos occidentales de derrocar al presidente sirio, Bashar Al
Assad, no han dado resultados positivos para Washington, la Unión Europea se
está viendo obligada a soportar su peor crisis migratoria desde la Segunda
Guerra Mundial. El bloque ya ha recibido a más de 150.000 refugiados, y no
parece que el flujo migratorio desde Siria vaya a cesar en un futuro
previsible.
"No
tienen una estrategia global para Siria", dijo el conocido politólogo estadounidense
Ian Bremmer. "EE.UU. no tiene la voluntad económica o militar de cambiar
por sí mismo el equilibrio de fuerzas en Siria", afirmó. "No tenemos
aliados potenciales en Siria que actúen como nuestros representantes eficaces.
Por eso hemos anunciado que empezaremos a hablar con los rusos", concluyó.
"Estoy seguro de que fue una decisión muy desagradable para el Gobierno de
Obama, especialmente después de todo lo que dijo sobre aislar a Rusia por su
mal comportamiento. Pero si se trata de aceptar la realidad de la situación,
mejor tarde que nunca", explicó.
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