ISRAEL.-
Después que varios líderes evangélicos, judíos mesiánicos y creyentes estudiaran
las raíces hebreas de su fe, destacando la importancia de las lunas de sangre,
ahora son los judíos ortodoxos. La última de las cuatro lunas que forman el
cuarteto de 2014-2015 aparecerá en el cielo de Israel el 27 de septiembre donde
vamos a tener una “Superluna de Sangre”. El fenómeno ocurre cuando la Luna
llega a su punto máximo de aproximación a la Tierra.
Así que la Luna parece ser más alta, y en este
día es el único eclipse visible en todo el mundo.
Cada vez
más, líderes y los eruditos judíos ortodoxos están diciendo que va a marcar un
acontecimiento importante para el futuro de Israel y su gente. Bob O’Dell y
Gidon Ariel, fundador de Root Source, programa educativo en el que los
cristianos ortodoxos enseñan sobre el Antiguo Testamento, dice que el hecho de
que la Luna de Sangre es el primer día de Sukkot, o Fiesta de los Tabernáculos,
no debe ser ignorado.
Por cuarta
vez en dos años, una Luna de Sangre ocurrirá en los días sagrados judíos. Las
tétradas sólo se produjeron 9 veces en los últimos dos mil años. Todas las
veces que esto sucedió en el pasado, se han producido cambios significativos en
la historia de los judíos: 1428-1429, 1493-1494, 1949-1950 y 1967-1968.
Los
estudiosos también señalan que la última Luna de Sangre se produce al final de
un ciclo Shemitá, el período de siete años que cumple el mandamiento de Dios
para el descanso de la tierra y el perdón de deudas en Israel. Si eso no fuera
suficiente, también marcará el comienzo de un año de Jubileo, período especial
para los judíos que se produce cada 50 años.
“No estamos
prediciendo el fin del mundo y la venida del Mesías en septiembre”, dijo
O’Dell. “Pero si nos fijamos en todas las lunas de sangre ocurridas en la
historia, vemos que cada vez marcaron ‘puntos de inflexión’ en la historia del
pueblo judío”.
La tétrada
en 1428-1429 marcó una ola de conversiones forzadas de judíos en Europa.
Mientras que en 1493-1494 marcó el final de la Inquisición, que culminó con la
expulsión de los judíos de España. A partir de ahí, ellos se extendieron en
todo el mundo de una manera hasta ahora inédita.
“Podemos
mirar hacia atrás y ver que España estaba en la cúspide del poder, mientras que
Dios estaba preparando un nuevo hogar para los judíos en América por el
descubrimiento de Cristóbal Colón”, dijo O’Dell. “Las lunas de sangre que se
producen en estos días de fiestas judías son un testimonio de que Dios no se ha
olvidado de su promesa de traer a los judíos de regreso a su patria”, según
publica el sitio web WND.
Las lunas
de sangre también marcaron el renacimiento de Israel como nación (1948),
después de muchos siglos de dominio musulmán. En 1967 se produjo casi al mismo
tiempo, la Guerra de los Seis Días, que resultó con la conquista de Jerusalén.
Algunos eruditos creen que en este 2015, la Luna podría marcar una nueva
guerra, resultando la división del país impuesta por la ONU.
Gidon
Ariel, explica que hay organizaciones que se dedican a seguir los movimientos
lunares, la base del calendario bíblico. Eso sería una preparación para el
retorno de cultos del [tercer] Templo”.
El enfatizó
que “las señales celestiales son mencionadas en pasajes acerca del fin de los
tiempos bíblicos y la Luna siempre se ha puesto de relieve”. Para él, la gran
ventaja de esta última Luna es el hecho que se observará también en el
Hemisferio Sur, mientras que anteriores sólo se observaron en el Hemisferio
Norte.
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