Cientos de cristianos siguen retenidos bajo el Daesh

Algunas de las ruinas antiguas de Palmira han sido destruidas
por el Daesh. / HispanTV

La puesta en libertad de 22 cristianos asirios ancianos (14 mujeres y 8 hombres) el pasado 11 de agosto se ha quedado en una acción aislada por parte del Daesh, el autoproclamado Estado Islámico, que continúa sometiendo a los cristianos a la fuerza u obligándolos a marcharse de sus hogares bajo pena de muerte en los territorios que controla desde hace un año.

Los 22 cristianos liberados formaban parte de un grupo de 230 que fue secuestrado en las aldeas del distrito de al-Hassaka el pasado 23 de febrero. Se sabe que más de 180 de estas personas secuestradas continúan cautivas. Previamente se habían hecho demandas de rescate para la liberación de estos secuestrados, aunque fuentes de la iglesia niegan que se haya pagado algo a Daesh por las 22 personas liberadas recientemente.  

FORZADOS A CONVERTIRSE

Según la información transmitida por diferentes organismos sirios, el Daesh ha trasladado a más de 100 secuestrados al centro de la provincia de Raqqa, incluyendo a cristianos que han sido forzados a convertirse al islam o a ser subyugados bajo el impuesto “jizya”. Aún no hay certeza de que entre las personas trasladadas se encuentren el sacerdote Jackes Mourad y el diácono Boutros Hanna, quienes fueron secuestrados en al-Qaryatain el 21 de mayo.

Otra de las liberaciones se produjo en Suweida, otro de los distritos controlados por el grupo extremista islámico. El padre Antoine Boutros, un sacerdote católico griego de la iglesia de San Felipe en Shahba fue liberado el 15 de agosto después de un mes de cautividad y por la intervención de los dignatarios locales. El padre Antoine y su chofer Said al-Abdoun fueron secuestrados el 12 de julio mientras viajaban a una aldea cercana para celebrar una misa.  

DESTRUCCIÓN DEL LEGADO ARQUEOLÓGICO

Por otra parte el Estado Islámico continúa con su campaña de demolición de edificios históricos y emblemáticos en Siria. A la demolición de los templos paganos en Palmira, algunos de ellos con más de 2.000 años de antigüedad, se suma la demolición del monasterio católico siriaco de San Elián en al-Qaryatain, construido en el sitio de la tumba de San Elián, de 1.500 años de antigüedad.

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