Mundo
Cristiano | ¿Qué haría usted si el Gobierno le pidiera violar sus creencias
religiosas o sino enfrentar consecuencias legales? Eso es lo que le pasó a un
pastelero cristiano en Estados Unidos quien dijo que no haría un pastel para
celebrar un matrimonio del mismo sexo.
El rótulo
en la puerta dice: “¡Celebrando 20 años de grandes pasteles!” y durante ese
tiempo la tienda Masterpiece Cakeshop de Lakewood, colorado ha creado arte en
forma de productos horneados que son la delicia de sus clientes.
Desde
galletas y panecillos…
A
increíbles pasteles…
Jack
Phillips y su hija Lisa han transformado su pastelería en un estudio, inspirado
y motivado por su fe en Jesucristo.
"Es en
lo más importante que pienso durante el día. Cuando despierto, cuando voy al
trabajo, quiero saber que lo que hago le agrada a Él y le honro a Él y a su
Palabra eso es lo más importante", dijo Jack Phillips, dueño de
pastelería.
Problemas
con la ley por sus creencias bíblicas
La fe
cristiana de Jack lo ha metido en problemas con la ley. Su crimen, adherirse a
su creencia bíblica de que el matrimonio es entre un hombre y una mujer.
En 2012,
una pareja homosexual demandó a Jack por negarse a hacerles un pastel para su
matrimonio.
Un juez
falló en su contra y la Comisión de Derechos Civiles de Colorado coincidió.
La comisión
declaró que la negación de Jack iba contra la ley pública de acomodación, que
exige a los negocios servir a sus clientes sin importar su preferencia sexual.
En una
declaración pública, un miembro de la Comisión de Derechos Civiles dijo: “Puedo
creer lo que quiera, pero si voy a hacer negocios, no debo discriminar a las
personas.”
“Yo no
discriminé a nadie. He decidido no hacer pasteles para bodas del mismo sexo.
Les dije cuando entraron, que les vendería galletas, brownies y pasteles de
cumpleaños y para tés. Solo que no hago pasteles para bodas del mismo sexo. No
los discriminé, solo que decidí no participar en esos eventos”, relató
Phillips.
El abogado de
Jack, Nicolle Martin, dice que la comisión violó sus derechos a la Primera
Enmienda y por eso, llevó el caso a la Corte de Apelaciones de Colorado.
Sanciones
por su diferente manera de pensar
La orden de
la Comisión de Derechos Civiles requiere que Jack y su staff hagan pasteles
para bodas del mismo sexo si se lo piden.
La orden
también le exige cumplir con la orden de la comisión. Además, debe entregar al
Gobierno reportes trimestrales de “cumplimiento” durante dos años.
De acuerdo
a la Alianza en Defensa de la Libertad, los reportes deben incluir la cantidad
de clientes a quienes negó pasteles de bodas e incluir el por qué “para
asegurar que ha sacado sus creencias religiosas de su negocio”.
“El
gobierno ha escogido qué mensaje apoyar en este caso. El Estado lo ha dejado
muy claro. Los derechos de la primera enmienda de Jack, su libertad de
expresión, y más importante, de no expresarse, debe prevalecer ante el mensaje
de los demandantes. Todo lo que puedo decir es que para mí, es algo aterrador”,
expresó Martin.
El caso de
Jack Phillips es uno del puñado de empresas demandadas por rehusarse a proveer
un servicio para bodas de parejas homosexuales.
“Este caso
no es nunca fue sobre los jóvenes que vinieron a pedirle a Jack que diseñara y
creara su pastel. Este caso siempre ha sido sobre el mensaje que ese pastel
representa, lo que el pastel significa”, aseveró Martin.
“Es
sorprendente. Esto no fue lo que nos enseñaron en la clase de cívica. Se supone
que hacen esto en otros países, pero aquí no”, explicó Phillips.
“Así que,
Jack se acoge a la primera enmienda. En este caso, vamos a ver si la primera
enmienda tiene un futuro en Estados Unidos”, dijo Martin.
Y en un
país fundado en libertad religiosa y de expresión, ese futuro es importante
para todos los estadounidenses.
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