EEUU,
IOWA.- Desde que la Corte Suprema de Estados Unidos decretó la legalidad del
matrimonio homosexual, un número de personas han ido apareciendo en los medios
de comunicación por negarse a ceder. A menudo son tratados como criminales
porque se niegan a cumplir con la ley.
Sin embargo, la mayoría son sólo cristianos que se niegan a desobedecer lo que dice la Palabra de Dios. Recientemente, Aarón y Melissa Klein, propietarios de panadería Sweet Cakes en el estado de Oregón, se vieron obligados a cerrar su negocio después de negarse a hacer un pastel de bodas para una pareja gay.
Pero,
tuvieron que pagar una fuerte suma de dinero.
El caso más
reciente es la pareja Betty y Dick Odgaard, propietarios de Görtz Haus Gallery,
una sala de eventos que reúne restaurante y floristería, donde se presentaron
muchas bodas en la ciudad de Grimes, en Iowa. Durante 13 años, condujeron su
negocio con éxito hasta negarse a alquilar el lugar para un matrimonio gay.
Lee
Stafford y Jared Ellars, se sintieron ofendidos por la negativa y decidieron
demandar a los Odgaard, quienes afirmaron que contradecía su creencia en el
mandamiento bíblico. La pareja gay finalmente ganó una indemnización de cinco
mil dólares.
Después de
pagar la multa, Betty y Dick tomaron una decisión radical: cerraron su negocio
y decidieron fundar el ministerio El Diseño Original de Dios. Su objetivo es
defender el matrimonio tradicional, según publica el sitio web The Blaze.
Como
primera acción contrataron el servicio de publicidad y colocaron un gran banner
con un mensaje que dice: “El matrimonio =”, seguido por el dibujo de un hombre,
un signo de más y la imagen de una mujer. Justo debajo de las imágenes aparece
la frase: “Por favor, necesito que me ayudes con esto, firma: Dios”.
El primero
de estos banners están siendo costeados por la pareja, pero su objetivo es
recaudar dinero suficiente para poner un total de mil en todo el país.
Betty
Odgaard explica que “muchas personas de fe necesitan que se les recuerde la
palabra, y / o están profundamente confundidos acerca de este asunto”. El hecho
de que se oponen al matrimonio gay se convierte en “equivalente a un crimen”,
esto ha generado controversia entre muchas iglesias. “Tenemos que recordar a
los fieles la verdad”, explica.
Su antiguo
salón de eventos está siendo renovado y pronto será una iglesia. Por ahora la
ley no puede obligarlos a realizar bodas gay en sus instalaciones.
Ella dijo
que la decisión se produjo después de que habían sido presionados y calumniados
por los activistas homosexuales en la región. Para ellos fue un cambio difícil,
pero están convencidos de que obedecer a Dios, es más importante que mantener
un negocio abierto.
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