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| Amparada en costumbres ancestrales, una práctica india hace que desde una
edad temprana las niñas de castas inferiores del estado de Karnataka sean
entregadas como ofrendas a una diosa. Esto implica que deban aceptar tener
relaciones sexuales con cualquier hombre de su pueblo que se los pida, y no
casarse jamás. Conoce más acerca de estas jovencitas.
Un sistema
ancestral
Las
Devadasi no son una novedad al sur de la India, donde son ofrecidas por sus
padres a la diosa Yallamma, cuando tienen entre cuatro y ocho años.
Al alcanzar
la pubertad, cualquier hombre del pueblo puede utilizarlas sexualmente. Ellas
no pueden negarse a estas relaciones, y tampoco están autorizadas a casarse, de
acuerdo con un artículo de Teresa Santoro, voluntaria en la zona, en el
periódico español El País.
Infancias
desprotegidas
Si bien el
sistema de las Devadasi fue prohibido por ley en 1982, sigue vigente, avisa el
periódico antes mencionado. Sin derechos ni amparos, estas jovencitas comienzan
con la pubertad un camino que podría no tener un final feliz.
La palabra
“Devadasi” significa “mujer que sirve a un dios”, consigna el sitio de la ONG
británica EveryChild. Esto significa que a estas niñas se las casa con una
deidad o se las ofrece a un templo, y por esto no pueden casarse con nadie.
Si bien en
el pasado estas mujeres tenían cierto estatus en la sociedad, hoy provienen
mayoritariamente de castas bajas y serían explotadas sexualmente, denuncia la
organización.
Sin retorno
Puede
resultar difícil comprender cómo una práctica de este tipo pudo sobrevivir a
los avances internacionales en materia de derechos humanos, y, específicamente,
de la niñez. Es que, más allá del incumplimiento de la prohibición de 1982,
habría un sistema de creencias que sostendría esta situación, de acuerdo con la
ONG Manos Unidas.
Al parecer,
si una Devadasi decidiera romper con su destino predeterminado, Yallamma llevaría
desgracias a sus parientes cercanos.
Una historia
para contar
Estas
vivencias impactaron a la escritora francoestadounidense Catherine Rubin
Kermorgant, que pasó cuatro años investigando a estas mujeres y recogiendo
testimonios. Recopiló su experiencia en el libro Servants of the Goddess: the
Modern-day Devadasis.
Según
reseña el periódico The Wall Street Journal, en una de las atrapantes
entrevistas que componen la obra, una de estas mujeres le confesó a Kermorgant:
“Cuando eres una Devadasi, cualquier cosa puede pasarte. Un día todo está bien,
pero el siguiente, tu vida es destruida”. Y agregó: “Muchas mujeres caen en la
enfermedad: muchas se suicidan. Las Devadasis no viven hasta una edad mayor.
Mira a tu alrededor: ¿cuántas Devadasis ancianas ves?”.
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