EE.UU.- Un
ladrón entró a una sucursal bancaria para robar, y en pleno asalto comenzó a
orar con la empleada que estaba allí clamando a Dios por protección.
La mujer
que se encontraba sola en el momento del asalto, comenzó a llorar de miedo y a
orar, el ladrón al ver esa escena, se acercó a ella y oró con la victima por
casi 10 minutos.
El ladrón
le dijo a la empleada, que necesitaba el dinero para alimentar a su hijo de 2
años que se encontraba en su casa. Pero le pidió a Dios que ilumine su camino
para que pudiera superar las dificultades.
Después de
la oración, tomó el dinero y huyó. Pero más tarde el criminal arrepentido
decidió entregarse a la policía después de que su madre lo vio en la televisión
y lo reprendió por el asalto.
Fuente: Acontecer
Cristiano
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