Cada año,
al menos 100 millones cristianos son perseguidos a causa de su fe. En muchos
casos, el gobierno es el culpable porque pasan leyes que severamente restringen
la libertad religiosa. CBN News recibió acceso exclusivo a una reunión secreta
de creyentes, dentro de la anterior Unión Soviética.
Ellos dudaron en aparecer
en televisión por temor a ser asesinados, pero luego de meses de negociaciones,
ellos accedieron a contarnos su historia, con la condición de que tomáramos las
precauciones para cuidar sus identidades.
El lugar no
pudo a haber sido más ideal.
“Esta es
una locación hermosa, 70 por ciento del país son montañas. Los locales le
llaman la segunda Suiza de Asia”, dice, Vitaly, un cristiano perseguido.
“Nuestra
meta era encontrar un lugar seguro, lejos de la ciudad, para no atraer la
atención de las autoridades”, añade.
Durante
unos días, Vitaly y un puñado de otros cristianos se reunieron en una aldea
solitaria, escondida en las montañas, a dos horas de la ciudad capital de
Biskek.
“Adoramos,
oramos y hacemos estrategias para compartir el amor de Dios”, relata Vitaly.
Por motivos
de seguridad, CBN News no puede mostrarle sus rostros o revelar los nombres
reales.
En una
pequeña habitación hay creyentes de Kirguistán, Uzbekistán, Kazajistán y
Tayikistán. Todas son parte de la ex Unión Soviética en Asia Central, que
experimentan una creciente ola de hostilidad contra los creyentes.
Todos son
miembros de un ministerio cristiano que alcanza jóvenes en la anterior Unión
Soviética.
“Es casi
imposible compartir abiertamente sobre Jesucristo. Hacerlo resultará en que uno
sea golpeado, arrestado o asesinado”, comenta Vitaly.
Marat es un
líder juvenil de Uzbekistán.
"Afortunadamente
no fui arrestado, pero la policía secreta me interrogó repetidas veces por
tener personas reunidas en mi casa. Dijeron que lo que hacía era ilegal”, dice.
Él maneja
una escuela cristiana informal de entrenamiento para líderes uzbecos.
“La presión
no cesa. Siempre se está bajo constante estrés. No se puede confiar en nadie
porque no sabes si te entregarán o te acusarán de convertir personas”, expresa
Marat.
Doud es de
Kazajistán, el más grande de los cinco países de Asia Central. No había
cristianos allí en 1990, pero hoy la Iglesia crece. Sin embargo, leyes
estrictas de religión hacen que sea difícil que las congregaciones se
registren.
“De acuerdo
a nuestra ley, ¡no se puede ir a la iglesia hasta los 18 años de edad! Eso
significa que no podemos realizar reuniones juveniles, clases de discipulado ni
estudio bíblico”, relata Doud.
Firuz es de
Tayikistán.
Un video
casero muestra la iglesia secreta en casa, sacada del país a escondidas y
obtenida exclusivamente por CBN News. Las reuniones son pequeñas y usualmente
se realizan en la casa de un creyente.
"Las
personas en este video saben exactamente lo que está en riesgo. Nuestros
padres, desde la infancia, nos enseñaron que algún día tendríamos que
sacrificar nuestras vidas", dice Firuz.
Tayikistán
tiene 7 millones de personas, ¡y 70 mil de ellos son cristianos, de acuerdo con
Puertas Abiertas!
“Cada vida
cuenta. Dios dice que debemos estar agradecidos a diario, gozarnos por cada
alma que llega al cielo. Eso nos motiva, una vida a la vez”, indica Firuz.
La libertad
religiosa existe en los cinco países bajo la constitución, pero está
restringida. Mientras el islam es la religión dominante, una expresión más
radical hecha sus raíces en Asia Central.
Dmitry
Kabak es un abogado de derechos humanos en Biskek. Él dice que el temor de lo
radical ha llevado al gobierno a adoptar leyes que controlen todas las religiones,
incluso el islam y el cristianismo.
“Grupos de
Arabia Saudita, Turquía y otros vienen con una interpretación y práctica
distinta al islam. Algunos grupos radicales se han involucrado en actividad
terrorista”, asevera Kabak.
Oleg
trabaja en las aldeas remotas de Kirguistán. Él recuerda cómo era el ámbito
espiritual poco después de la caída de la Unión Soviética.
Fuente: Mundo
Cristiano
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