Un breve aguijón es que todos los empleados
de una compañía de tecnología de Wisconsin dijeron que se sintieron el martes
cuando recibieron un implante de microchip en su mano que les permitirá abrir
puertas, acceder a computadoras o comprar bocadillos de breakroom simplemente
agitando su mano.
"Y hace que todos, pequeños y grandes, ricos y
pobres, libres y esclavos, reciban una marca en su mano derecha o en su frente;
y que ningún hombre pueda comprar o vender, salvo el que tiene la marca o El
nombre de la bestia, o el número de su nombre. " Apocalipsis 13: 16,17
(RV)
Three Square Market, también conocido como
32M, dijo que 41 de sus 85 empleados acordaron ser voluntariamente microchip
durante una "chip party" en la sede de la compañía en River Falls.
Melissa Timmins, vicepresidente de ventas
de 32M, dijo que estaba inicialmente aprensiva, pero decidió darle al chip una
oportunidad.
"Planeé lo peor y no fue nada
malo", dijo Timmins, quien recibió un microchip en su mano izquierda el
lunes. "Sólo un pequeño pinchazo."
Pero la ejecutiva de marketing Katie Langer
pasó, citando problemas de salud relacionados con la colocación de un objeto
extraño en su mano, al tiempo que señaló que el chip recibió la aprobación de
la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos en 2004.
"Pero eso todavía no es muy largo
plazo en mi libro, así que me gustaría saber más acerca de los efectos a largo
plazo en la salud", dijo Langer, agregando que no descarta un futuro
implante del microchip de $ 300 pagado por Mercado Cuadrado Tres.
Los líderes de la compañía dijeron que esta
es la primera aparición en Estados Unidos de la tecnología ya disponible en
Europa.
Los funcionarios dijeron que los datos en
el microchip están encriptados y no usan GPS, por lo que no se puede usar para
rastrear a los empleados ni para obtener información privada. La compañía
espera que los microchips eventualmente puedan usarse en todo, desde transporte
aéreo hasta transporte público y almacenamiento de información médica.
El profesor Jeremy Hajek del Instituto de
Tecnología de Illinois dijo que el microchip comenzó hace años con los
veterinarios implantando el dispositivo en perros y gatos que podrían perderse.
"Y así hay un poco de... un factor
degradante de que esto es lo que hacen con los animales pequeños", dijo
Hajek.
Pero Noelle Chesley, profesora asociada de
sociología en la Universidad de Wisconsin-Milwaukee, dijo que piensa que la
implantación de microchips en los empleados -y en todas las personas- es la ola
del futuro.
Muchos de los que están al borde del
desarrollo de esas tecnologías "creen que vamos a estar combinando la
tecnología en nuestros cuerpos", dijo Chesley.
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