La historia
es terrible, una vuelta de tuerca más al horror que sufren los miles de
inmigrantes que tratan de llegar a Italia a bordo de viejas barcazas o lanchas
neumáticas alquiladas a precio de oro y vejaciones en las costas de Libia.
Según el
relato ofrecido ante la policía italiana por algunos supervivientes a su
llegada a Palermo, la noche del pasado martes se desató una pelea por motivos
religiosos entre los 105 africanos que viajaban en una lancha con destino a
Sicilia.
Al parecer,
15 de ellos, “de confesión musulmana” según la nota de la policía, arrojaron al
mar a otros 12 que habían reconocido profesar la “fe cristiana”. Otro número no
determinado de cristianos también fue arrojado al mar, pero logró sobrevivir
formando una cadena hasta la llegada de la guardia costera.
Nada más
llegar al puerto de Palermo a bordo de la nave Ellensborg, varios
supervivientes coincidieron tanto en la reconstrucción —efectuada por separado—
ante la policía de lo acontecido desde que zarparon de una costa cercana a
Trípoli como en la identidad de los 15 supuestos agresores.
Aunque no
dudaron en señalar la disputa religiosa como el origen de la riña, en lo que al
parecer no se pusieron de acuerdo fue en si las 12 víctimas ya estaban muertas
o malheridas cuando fueron arrojadas al mar y perdido su rastro.
El relato
de los hechos resultó “coherente” para los investigadores, según recogen varios
medios italianos, de ahí que el fiscal jefe de Palermo, Francesco Lo Voy,
solicitara al ministro Orlando la detención de los 15 inmigrantes, originarios
de Malí, Senegal, Guinea Bissau y Costa de Marfil. Entre los detenidos hay un
joven de 17 años.
MÁS TRAGEDIA
Pero,
desgraciadamente, el horror no se queda ahí. Al tiempo que la Guardia de
Finanzas y la Guardia Costera italiana —auxiliadas por barcos de la Marina,
pesqueros y mercantes— siguen rescatando náufragos en el Canal de Sicilia —van
más de 10.000 en apenas una semana—, también se suceden los testimonios de
inmigrantes que dicen haber visto ahogarse a decenas de compañeros de viaje.
En
concreto, cuatro de los 586 inmigrantes que la nave militar Foscari desembarcó
este jueves en el puerto de Trapani aseguran que la lancha neumática en la
viajaban el martes volcó y 41 de sus compañeros de viaje (todos hombres)
desaparecieron en el mar. Los supervivientes, así como los desaparecidos,
habían llegado a Libia procedentes de Nigeria, Ghana y Níger.
Lo
significativo, y lo dramático, de la situación es que tras desembarcar a los
586 inmigrantes en Trapani, la nave Foscari regresó inmediatamente a las costas
de Libia, donde volvió a auxiliar a otros 582, la mayoría de ellos de origen
subsahariano, pero también algunos de origen sirio y palestino. Entre ellos se
encuentran muchas mujeres, de las cuales 10 están embarazadas, y medio centenar
de menores, incluidos algunos bebés.
(PROTESTANTE
DIGITAL)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.