La
conquista yihaidsta de Ramadi ha dejado cuerpos mutilados esparcidos por las
calles, luego de que el Estado Islámico llevara a cabo asesinatos en masa entre
las fuerzas de seguridad iraquíes.
Los
soldados que responden a Bagdad terminaron por abandonar la ciudad, luego de
una serie de ataques suicidas con coches bomba que provocaron pánico entre las
tropas.
Un vocero
del gobierno iraquí estimó en cerca de 500 los ejecutados por ISIS desde en los
operativos de ISIS. Fotos difundidas por ISIS en Twitter mostraron soldados
muertos, algunos calcinados. Otros fueron arrojados en el río Eufrates.
Las fotos
también mostraron la ejecución sumaria de milicianos. En una de ellas se ve al
"sentenciado" caminando hacia el paredón donde sería finalmente
fusilado.
En otra
serie de fotos se ve a los militantes de ISIS celebrar junto a los botines de
la batalla: vehículos de guerra y armas militares abandonadas.
Mientras
tanto, miles de personas han dejado la ciudad para refugiarse en zonas más
seguras, controladas por el Gobierno. La población teme que los yihadistas
tomen represalias contra la población civil, como ya ha hecho en otras
poblaciones que ha tomado bajo su control.
La pérdida
de la ciudad, a unos 100 km al oeste de Bagdad, es la peor derrota militar que
ha sufrido el ejército iraquí desde que se inició a principios de año la
ofensiva para detener el avance de los yihadistas.
Milicias
chiítas
Desde el
lunes, milicias chiitas llegaban a Ramadi para ayudar a las fuerzas de
seguridad iraquíes a retomar la ciudad.
El primer
ministro iraquí, Haider al Abadi, Estados Unidos y las autoridades religiosas
sunitas de la provincia de Al Anbar, donde se encuentra Ramadi, han sido
reticentes a que los grupos apoyados por Irán se desplieguen en la zona.
Precisamente,
el ministro de Defensa iraní, Hosein Dehghan, llegó a Bagdad para reunirse con
su homólogo iraquí, en una visita prevista desde hacía varios días.
Hasta
ahora, Irak y EEUU han optado por favorecer el desarrollo de fuerzas locales,
pero los líderes de las milicias afirmaron que en los últimos días quedó claro
que el Gobierno no puede prescindir de las Unidades Populares de Movilización,
que agrupan a milicias y a voluntarios.
Hadi al
Ameri, comandante de la poderosa milicia chiíta Badr, dijo que las autoridades
de Al Anbar debieron aceptar su ofrecimiento antes.
Según
expresó Ameri a la cadena de televisión del grupo, considera a las autoridades
como "responsables de la caída de Ramadi, porque se opusieron a la
participación" de las Unidades Populares de Movilización.
INFOBAE
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.