Un atacante
suicida se hizo estallar el sábado afuera de una mezquita y granadas
propulsadas con cohete fueron disparadas contra viviendas mientras dormía la
gente, en acciones que dejaron al menos 30 muertos en la ciudad nigeriana de
Maiduguri, indicaron civiles y autoridades.
Varias
personas murieron por la explosión cuando se encontraban hincadas boca abajo
durante las oraciones vespertinas afuera de la mezquita, entre ellas
comerciantes de un concurrido mercado cercano en la ciudad más grande de la zona
nordeste conflictiva de Nigeria, según los sobrevivientes.
El
comerciante Ali Bakomi dijo que el atacante suicida llevaba una carretilla y se
hacía pasar por un comerciante itinerante cuando se sumó al grupo.
El
gobernador del estado de Borno, Kashim Shettima, visitó el lugar donde un muro
fue reducido a escombros y otro estaba salpicado con sangre. Funcionarios le
informaron que el atacante perdió la vida al igual que otras 16 personas.
Horas antes
el sábado, ataques con granadas propulsadas con cohete dejaron cuando menos 13
muertos y un número mayor de heridos, según el residente Idrissa Mandara.
Este tipo
de ataques son una nueva táctica que ha causado terror a la ciudad, donde
surgió Boko Haram. El residente Mari Madu dijo que contó por lo menos el
estruendo de 40 granadas a partir de la 1 de la mañana antes de perder la
cuenta. "Cada vez que disparaban contra la ciudad veíamos fogonazos
brillantes a gran velocidad", afirmó. "Uno hizo impacto en el techo
con tanta intensidad que creí que había caído en mi casa".
Varias
casas resultaron destruidas en el suburbio Dala-Lawanti de Maiduguri, a unos 20
kilómetros (12 millas) al oeste del centro de la ciudad, agregó. Contó 13
muertos en su complejo: seis hombres, cinco niños y dos mujeres.
Un
funcionario de inteligencia dijo que Boko Haram lanzó granadas impulsadas con
cohete. Los soldados respondieron al fuego con disparos de fusiles de asalto,
dijo el funcionario que solicitó el anonimato porque no estaba autorizado a dar
información a la prensa.
Civiles de
autodefensa efectuaron patrullajes hasta el amanecer para garantizar que los
extremistas islámicos no penetraran las barreras de costales de arena ni las
trincheras, de acuerdo con uno de los integrantes, Abbas Gava.
Un total de
13.000 personas han perdido la vida debido a la revuelta islámica que ha durado
seis años en el noreste de Nigeria.
La
población de Maiduguri, de dos millones de habitantes, se ha incrementado con
la llegada de cientos de miles de refugiados que han abandonado sus lugares de
origen.
Con una
ofensiva multinacional, los insurgentes fueron expulsados este año de diversas
localidades donde habían declarado un califato, aunque han continuado los
atentados perpetrados por suicidas así como los ataques en los que los
agresores disparan y huyen del lugar.
El viernes,
siete personas murieron en dos explosiones simultáneas donde se efectuaba una
boda en una aldea.
El ejército
de Nigeria afirmó que la principal fuerza de combate de Boko Haram se encuentra
atrapada en el bosque Sambisa, en el noreste. Sin embargo, la insurgencia
continúa sus ataques contra Maiduguri, que está a 200 kilómetros de distancia.
El nuevo
presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, que asumió el cargo el viernes, se
comprometió a aplastar a los extremistas. Buhari dijo que trasladará el cuartel
de guerra contra Boko Haram de Abuja, la capital en el centro de Nigeria, a
Maiduguri.
(INFOBAE)
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