Unos 400
alumnos debieron ser atendidos en lo que va del actual ciclo lectivo por
diversos traumas psicológicos luego de practicar el juego “Charlie Charlie”,
con el que intentan comunicarse con espíritus.
El
peligroso “juego” denominado “Charlie Charlie”, ya es una verdadera epidemia en
las escuelas primarias y secundaria de la Ciudad de Buenos Aires advierten
especialistas.
Los
expertos sostienen que resulta “imparable” para las autoridades y están
pidiendo a las familias que estén en alerta. En ese marco preocupante, en lo que
va del actual ciclo lectivo unos 400 alumnos debieron ser atendidos por
diversos traumas psicológicos, como insomnio o pesadillas, derivados de su
participación en la oscura modalidad.
Acerca de
la problemática, el abogado Javier Miglino, titular de la organización Bullying
Sin Fronteras, trazó un alerta por “el terrible efecto que está teniendo sobre
los chicos de las escuelas primarias y secundarias la práctica del juego
conocido como Charlie Charlie”.
“Este
juego, como todos los del tipo esotérico, es presentado como entretenimiento,
que más allá de constituir una absoluta falsedad lógica, actúa como una potente
atracción de ilusión psicológica que puede afectar gravemente a los chicos en
edad escolar”, dijo el letrado en declaraciones a Diario Popular.
Aunque se
presenta bajo formas diversas, en general comienza cuando se divide una hoja de
papel en cuatro partes. En los dos rectángulos superiores se coloca “Si” y
“No”, respectivamente, y “No” y “Si” en los inferiores.
Luego, se
colocan dos lápices en forma de cruz en ángulos rectos, apoyando un lápiz sobre
el otro y se “invoca” a un demonio de diverso origen.
“Estas
prácticas supuestamente sobrenaturales existen desde hace tiempo en el mundo,
pero llegó a la Argentina recién a fines del año 2014 y tuvo un crecimiento
exponencial durante este curso. Por el momento, es imparable para las
autoridades”, dijo Miglino.
La frase
para convocar al supuesto demonio es “Charlie, Charlie, ¿podemos jugar?” Si el
lápiz apunta hacia la inscripción “Sí”, es porque seguirá contestando
preguntas.
“Obviamente
a partir de ahí despertará el interés de los jugadores pero en varios casos en
lo que hemos tenido que intervenir, se ha pasado del juego al daño psicológico
infantil en cuestión de minutos”, agregó.
Los datos
de Bullying Sin Fronteras sostienen que en la Ciudad de Buenos Aires los
hospitales públicos han recibido 122 consultas sobre chicos de entre 8 y 17
años afectados psicológicamente con este
juego y en la Provincia de Buenos Aires las cosas no están mejor porque en los
hospitales públicos de Lomas de Zamora, Quilmes, Florencio Varela, San Isidro,
Vicente López, San Justo, Morón, Ciudadela y Adrogué; pasaron de no conocer el
tema a atender al menos a 250 chicos afectados psicológicamente con este tipo
de juegos.
“Los
cuadros de los chicos afectados van desde simples estados de tensión que
terminan en pocos días hasta chicos que temen volver a clases, no pueden dormir
solos, estrés e insomnio”, dijo Miglino.
De acuerdo
a lo expresado por el profesional, “el protocolo de actuación aconseja a los
padres solicitar a los docentes estar atentos a las horas libres porque en los
recreos no hay ambiente como para desarrollar esta práctica, sin embargo dentro
del aula y en una clase sin docente el ambiente es propicio para Charlie
Charlie”.
“He
consultado personalmente con los psicólogos y psiquiatras del Equipo
Interdisciplinario de Bullying Sin Fronteras y me han manifestado que no solo
es un juego de ilusión sino uno muy burdo, pero en la mente de los chicos y
adolescentes las cosas son diferentes y pueden ocasionar un daño irreparable”,
cerró Miglino.
(CADENA 3 Y CRISTIANA DIGITAL)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.