BBC MUNDO |
Hace un tiempo la cantante mostró interés en el convento en el que desde hace
décadas viven un grupo de monjas de la congregación del Inmaculado Corazón de
María.
La cantante
estadounidense Katy Perry puede presumir de contar con millones de fans en todo
el mundo.
Lo que ha
quedado claro recientemente es que entre sus seguidores no se encuentran dos
monjas que no quieren que la artista se mude a su convento.
No es que
Perry haya decido dejar el mundo del espectáculo y tomar los votos.
Hace un
tiempo la cantante decidió intentar comprar un convento en el que desde hace
décadas vive un grupo de monjas de la congregación del Inmaculado Corazón de
María, situado en el codiciado barrio de Los Feliz de Los Ángeles, en
California.
Se trata de
una propiedad de miles de metros cuadrados que cuenta con una piscina y unas
impresionantes vistas de la ciudad y de las montañas de San Gabriel.
Visita a las
monjas
Hace unos
meses Perry hizo una oferta al Arzobispado de Los Ángeles para comprar el convento
-en el que en solo vivían cinco monjas de edad avanzada que fueron trasladadas
en 2011- a cambio de US$14,5 millones.
La artista
de 30 años, hija de pastores evangélicos, vestida más recatada de lo habitual,
visitó en mayo a las monjas con la intención de convencerlas de que le
vendieran a ella la propiedad.
La
propiedad cuenta con una piscina y unas impresionantes vistas de
Los Ángeles y
de las montañas de San Gabriel.
Les enseñó
el tatuaje que tiene en la muñeca en el que se lee la palabra “Jesús” y les
cantó a capela el tema “Oh, Happy Day”.
La
estrategia no convenció a dos de las mojas de la congregación que, según
explicaron a medios locales, buscaron en internet detalles de la artista,
famosa por el tema “I kissed a girl” (Besé a una chica), sin que les gustara lo
que encontraron.
De esta
manera, las hermanas Rita Callahan y Catherine Rose Holzman, decidieron
rechazar la oferta de la cantante y vender el convento a la promotora
inmobiliaria Dana Hollister, cuya oferta de US$15,5 millones era superior a la
de Perry.
Fue
entonces cuando el Arzobispado de Los Ángeles intervino, presentando una
demanda para frenar la transacción, asegurando que las monjas no pueden vender
el convento sin la autorización del arzobispo José Gómez.
Ahora el
caso ha llegado a los tribunales, que en los próximos meses deberán decidir
quién tiene el derecho a vender la propiedad, que también alberga una
residencia de curas.
En contra de
su voluntad
La artista
de 30 años visitó en mayo a las monjas con la intención de convencerlas de que
le vendieran a ella la propiedad.
Hace
décadas el convento en disputa llegó a albergar a más de 50 monjas de la
congregación del Sagrado Corazón de María.
Según le
dijo la hermana Catherine Rose al diario Los Ángeles Times, en 2011 el
Arzobispado trasladó a las últimas monjas que vivían en la propiedad en contra
de su voluntad.
La
religiosa explicó que en los años 60 habían comprado el convento con un descuento
a un benefactor y que temen que si es el Arzobispado el encargado de gestionar
la venta, no tendrán fondos suficientes para sobrevivir.
En un
comunicado enviado a BBC Mundo por la portavoz del Arzobispado de Los Ángeles,
Mónica Valencia, se asegura que “la principal preocupación” de la institución
“es el bienestar de monjas”.
“Adoptamos
acciones legales para proteger a todas las hermanas de la transacción no
autorizada realizada por Dana Hollister, quien ya ha registrado una escritura y
ha tomado posesión de la propiedad de las hermanas a cambio tan sólo de
US$44.000 y de una letra de cambio de US$9,9 millones”.
Según el
Arzobispado, “las hermanas no tienen ninguna garantía de que vayan a recibir el
pago de la letra de cambio”, que no tendría que empezar ha hacerse efectivo
hasta dentro de tres años, o de que “puedan recuperar su propiedad sin tener
que litigar”, en caso de que ese pago no se efectúe.
El convento
está situado en uno de los barrios más codiciados de la ciudad de Los Ángeles.
“La mayoría
de las cinco hermanas no están de acuerdo con esa transacción. (…) que viola la
ley californiana que protege a las personas mayores de este tipo de operaciones
que no son en su mejor interés”.
El
Arzobispado argumenta que la oferta de Katty Perry prevé el pago de US$10
millones en efectivo y la inversión de US$4,5 millones para construir un nuevo
hogar para las monjas.
La justicia
decidirá
Pese a
ello, las hermanas Rita Callahan y Catherine Rose Holzman y sus representantes
legales insisten en que la oferta de Dana Hollister -quien hace semanas tomó
posesión de la propiedad- es más elevada y les permitirá asegurar mejor su
futuro financiero.
Además,
acusan al arzobispo José Gómez de haber pedido a las hermanas que presentaran
una propuesta de venta para que él la aprobara y luego se negó a reunirse con
ellas y siguió negociando con Katy Perry.
De momento
una corte de Los Ángeles obligó a Dana Hollister a que permita el acceso a la
propiedad de representantes del Arzobispado.
Según la
prensa local, Hollister -cuyo representate legal no respondió a las peticiones
de entrevista de BBC Mundo- quiere convertir el convento en un hotel de lujo.
A la espera
de que la justicia se pronuncie, la única que no ha hablado públicamente sobre
la disputa ha sido Katy Perry.
Quizás lo
que no consiguió con su música lo consigan sus abogados en los tribunales.
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