ABC | Centenares
de mujeres jóvenes han sido reclutadas por las redes islamistas mundiales y
enviadas a los territorios que controlan los yihadistas en su proclamado
califato en Siria e Irak. La última detención en Melilla de un español con
tareas de reclutador de mujeres es solo una pieza de un vasto mecanismo que
opera en Europa y en otras partes del mundo.
El aparato
de captación y adoctrinamiento para la yihad ofrece siempre a las jóvenes
musulmanas una “aventura romántica” junto a algún miliciano de Estado Islámico (EI),
y los beneficios, sublimados, que corresponden a la muerte en una “guerra
santa” tal como se establece en la corriente mayoritaria de la doctrina
musulmana.
¿Qué ofrece
el Corán a los “mártires de la yihad”? Según las colecciones de dichos del
profeta Mahoma más aceptadas (los hadiz), los varones recibirán -entre otras
señales o recompensas- hasta 72 mujeres vírgenes (huríes), así como la fuerza
suficiente para “poder cohabitar con ellas desde el alba”.
¿Qué espera a las mujeres en el paraíso? La doctrina
común establece que recibirán un solo hombre: su marido en la tierra si estaban
casadas, y el último con el que se desposaron si se casaron varias veces.
El Corán
dedica pocas referencias a las maravillas que aguardan en el cielo a las
musulmanas, frente al detalle con que se describen los bienes -por lo general
sensibles- que esperan a los varones. No obstante, las colecciones de hadiz y
la jurisprudencia contemporánea coinciden en que las musulmanas que entran en
el Paraíso “verán restaurada su juventud, su virginidad, y serán más hermosas
que las huríes”.
Las
respuestas de los ulemas a las preguntas sobre el paraíso de las mujeres, en
las consultas y sermones que inundan internet, suelen tener con frecuencia un
toque marcadamente machista para el criterio occidental. Así, son habituales
las referencias a las inclinaciones femeninas por la ropa o por la belleza, que
se verán colmadas en el cielo. La musulmana disidente somalí Ayaan Hirsi Ali
cita en su último libro el sermón subido a YouTube por uno de los ulemas de
moda en Estados Unidos, Nouman Ali Khan, uno de los 500 musulmanes más
influyentes del mundo según el Royal Islamic Strategic Studies Centre de Amán.
“No os deprimáis”, dice en tono jocoso el clérigo, al referirse al momento en
que un marido se encuentra por primera vez con su mujer en el paraíso y le
dice: “¿Tú también por aquí? Creía que esto era...”. Según Ali Khan “en el
cielo desaparecen todos los atributos molestos de las mujeres”.
Dado que la
doctrina común los considera mártires, todos los que mueren en la yihad
-varones y mujeres- tienen como recompensa inmediata el cielo por muchos que
hayan sido sus pecados. El islamismo político va más allá, y sitúa a los
yihadistas muertos en el más alto de los siete niveles del paraíso. Los “mártires”
son enterrados mirando hacia la Meca, normalmente con la misma ropa que tenían
al morir luchando, y algunos juristas consideran que ni siquiera necesitan las
oraciones fúnebres.
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