En una de
sus tantas reflexiones que publica Jesús Adrián Romero en su cuenta oficial en
Facebook, él habló acerca de cobrar por los conciertos que él realiza y la
venta de discos cristianos.
El salmista
se apoyó en varias frases que ha leído en las redes sociales como: “El
evangelio no se debe vender”, “No se debe lucrar con la fe”, “Jesús no cobraba
por el mensaje de la salvación” “Pablo no cobraba por sus viajes misioneros”.
Por tal
motivo Jesús Adrián respondió: Siempre he ignorado este tipo de comentarios
porque me parecen absurdos, pero para aquellos que sinceramente tienen
preguntas en relación a este tema ofreceré la siguiente explicación: La mayor
parte de las cosas que adquirimos o tenemos tienen dos tipos de valor. Uno es
el valor intrínseco y el otro el valor simbólico. Por ejemplo: Si posees un
billete de 100 dólares, el valor intrínseco de este será de unos cuantos
centavos; Estoy hablando del costo del papel y la tinta que se usó para
imprimirlo, pero si llevas ese billete a un banco o algún establecimiento, el
valor simbólico de este papel impreso es de 100 dólares.
Déjame
desarrollar más el tema con otros ejemplos. En mi biblioteca personal tengo
libros por los cuales pague unos 15 dólares, pero el valor que tienen para mí
es incalculable. No puedo pagar por el conocimiento, la riqueza espiritual y
emocional que esos libros me brindaron. El valor intrínseco de esos libros fue
15 dólares pero el valor simbólico, no lo podría pagar con todo lo que poseo.
Hace
algunos años tuve el privilegio de ir al Museo del Louvre en Paris Francia.
Creo que pague unos 100 euros por el boleto de entrada, pero el valor de esta
experiencia, para mí, vale mucho más. Contemple preciosas obras de arte, entre
ella el cuadro de la Mona Lisa de Da Vinci, y la verdad es que el sentimiento y
la experiencia de ver este cuadro de cerca no tiene precio.
En este
momento puedo recordar congresos, campamentos, conciertos a los que asistí y
pague 30, 50, o 100 dlls, pero las experiencias que viví en esos lugares no las
puedo pagar con dinero.
Volvamos al
tema de los conciertos: Cuando alguien paga la entrada a un concierto, está
pagando por el valor intrínseco del concierto: Renta de estadio o auditorio,
renta de equipo de sonido, renta de luces, renta de video, publicidad, boletos
de avión, hospedaje, alimentación, etc. etc.
Si la
entrada al concierto fue 20 o 50 dlls, estas pagando por los gastos que un
concierto implica, pero no puedes pagar por lo que el concierto, representa, su
valor simbólico: El arte, la poesía, la música, las experiencias espirituales,
la paz, la alegría, el mensaje que recibes a través de cada canción, etc. etc.
Los que
tenemos conciertos o congresos, o eventos en los que se cobra entrada, no
estamos cobrando por el evangelio, no estamos cobrando por la fe, es imposible
cobrar por estas cosas.
Podría
contarte cientos de testimonios que he escuchado a través de los años acerca de
lo que un concierto o un disco nuestro representaron para muchas personas.
“Decidí no quitarme la vida” “Me reconcilié con mi pareja” “Decidí regresar a
casa” “Le pedí perdón a mis hijos” “Tuve un encuentro con Dios”. Estas cosas no
las podemos vender, ni la gente las puede comprar.
No se puede
vender el evangelio, no se puede vender la fe, no se pueden vender las
experiencias espirituales.
Espero que
esto haya aclarado dudas que pudieras tener, y creo que hay una solución
posible a este “problema” de cobrar por los conciertos; Que los que critican,
cubran todos los gastos y así la entrada será gratuita.
Con amor
Jesús Adrián Romero
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