WASHINGTON | Un
equipo de investigadores estadounidenses ha conseguido –con la misma técnica de
la ‘oveja Dolly’- obtener un embrión humano a partir de una célula adulta, el
primer paso a la clonación.
La técnica
es la transferencia nuclear, que se hizo famosa en todo el mundo con la
clonación de la oveja Dolly, hace más de 15 años. Desde entonces, científicos
de diferentes partes del planeta han podido clonar múltiples animales, como
perros, camellos o vacas, perocon humanos se había fracasado siempre hasta
ahora. Pero en este último experimento con esta técnica de clonación a partir
de un óvulo de una donante y una célula de la piel de un paciente se ha
conseguido un embrión, y destruyéndolo células madre embrionarias.
La
investigación, dirigida por Shoukhrat Mitalipov, científico de origen ruso que
trabaja en el Centro Nacional de Oregón para la Investigación sobre Primates
(ONPRC, según sus siglas en inglés), es en realidad una continuación de los
estudios que, desde hace años, lleva realizando en estos animales y que le
condujeron en 2007 a la obtención de células madre de embriones de macacos.
Ahora, con la modificación de la técnica empleada en estos monos, ha conseguido
dar el salto que muchos científicos habían intentado durante años pero que
nadie había logrado.
EMBRIONES Y
CÉLULAS MADRE HUMANOS
Obviando el
hecho del embrión humano creado y destruido los investigadores se han centrado
en destacar que "Nuestros resultados ofrecen una nueva forma de generar
células madre de pacientes con tejidos y órganos dañados o deteriorados",
ha explicado en un comunicado Mitalipov. "Estas células madre pueden
regenerar y reemplazar a aquellas células dañadas y mejorar enfermedades que
afectan a millones de personas".
"Este
trabajo abre la puerta a que otros grupos del planeta intenten reproducir estos
resultados. Dentro de poco, esta técnica se verá como una alternativa
disponible", afirma Javier García-Sancho, presidente electo de la Sociedad
Española de Terapia Génica y Celular.
Sin
embargo, como apunta Felipe Prosper, director del Área de Terapia Celular de la
Clínica Universitaria de la Universidad de Navarra, esta investigación,
"aunque bonita y espectacular, no creo que tenga ninguna repercusión
clínica. Desde que Yamanaka desarrollara el método de reprogramación celular,
hay una manera más sencilla y menos costosa de conseguir células pluripotentes
o iPS" que tienen una misma aplicación terapeútica que las embrionarias.
Además,
estos investigadores señalan que tanto las iPS como estas células madre
embrionarias obtenidas a partir de la transferencia nuclear no han demostrado
su seguridad, por lo que todavía no se podrían usar en la medicina
regenerativa. Para eso, concluyen todos, hacen falta muchas más investigaciones
y tiempo.
Este
descubrimiento reabre el debate ético de la clonación en sí, y también del uso
de embriones humanos como si se tratarse de meros objetos. La ética de muchos
cristianos y no cristianos se opone a esta práctica por considerar al embrión
como un ser humano.
¿ESTÁ YA
AQUÍ LA CLONACIÓN HUMANA?
Jorge
Cuadros, miembro de la junta directiva de la Asociación para el Estudio de la
Biología de la Reproducción (Asebir) descarta el siguiente paso para lograr por
completo la clonación humana, que sería que este embrión así producido se
implantase en el útero de una mujer y llegue a desarrollarse hasta nacer.
“Hay que
pensar que la técnica que ha usado Mitalipov es la misma que había utilizado en
primates no humanos en 2007, cuando consiguió, en un trabajo importantísimo,
crear dos líneas celulares [cultivos de células madre que se perpetúan en
laboratorio]”, explica. “Han pasado ni más ni menos que seis años hasta que lo
ha conseguido repetir en humanos. Y, en ese tiempo, ha intentado clonar los
macacos sin conseguirlo”, dice el biólogo. “Lo más que ha conseguido, aunque no
lo ha publicado, es, tras implantar 67 embriones a 10 hembras, un embarazo, que
acabó en aborto”, cuenta.
El
especialista en reproducción cree, por tanto, que pensar en la clonación humana
“sigue siendo una barbaridad y ciencia ficción”. “La transferencia nuclear es
una técnica insegura e ineficaz. La hemos probado en animales, con tasas de
éxito del 1%. Eso quiere decir que en el otro 99% ha habido abortos o crías que
han muerto nada más nacer, y muchos de los pocos animales que se han conseguido
tienen malformaciones o enfermedades graves. Que eso pase en animales nos da
pena, pero en humanos sería inaceptable”, dice Cuadros. “En lo que va a ser
útil es en la medicina regenerativa”, insiste.
LA TÉCNICA
EN DETALLE
Si vamos al
detalle, en este caso el equipo de Mitalipov, del que forma parte la embrióloga
española, Nuria Martí Gutiérrez, utilizó óvulos de gran calidad procedentes de
voluntarias sanas a los que retiró el núcleo, y dentro de su citoplasma
introdujo el núcleo de una célula de la piel (fibroblasto) de un paciente con
síndrome de Leigh. Este proceso se llevó a cabo en una solución enriquecida con
cafeína, que inhibe unas enzimas que entorpecían el proceso. Tras someterlos a
la técnica de electroestimulación, se consiguió obtener un embrión del que
derivaron células madre.
Fuentes: El
Mundo, El País
Editado
por: Protestante Digital 2013
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