RIES | Algunos
expertos dicen que en Chile hay más sectas apocalípticas, como la que lideraba
“Antares de la luz". Generalmente funcionan en forma clandestina,
mezclando religiones y escogiendo a sus miembros cuidadosamente. En Peñaflor
hubo una que“enterraba viva” a la gente para hacerlos“renacer”.
Critican falencias en la legislación para combatir estos grupos. Así comienza
el artículo que firman Patricio Meza S. yMarjory Miranda O. en
el diario chileno La Segunda, después de las noticias
aparecidas en torno al líder sectario que quemó a un bebé y que se quitó
la vida el pasado 1 de mayo.
Paula V., contadora auditora y licenciada en
Matemáticas de Nuñoa, acudió hace dos años a un grupo de “sanación
pránica”. Sus familiares pensaban que la llamada “meditación en
corazones gemelos” la ayudaría con su depresión. Estuvo tres meses,
gastó $ 1 millón, y terminó con un severo desequilibrio que la obligó a
someterse a terapias posteriores con hipnosis. No podía dormir, su pulso se
aceleraba con facilidad. Todo porque no lograba meditar “correctamente”.
Rosa L. se sumó a otro grupo que
dirigía una mujer de nombre Estrella y que ofrecía contactarse
con “maestros ascendidos”. Se reunían en San José de Maipo y
realizaban prácticas como la“escritura automática”. También quedó
perturbada emocionalmente y tuvo que recibir terapia.
Los
movimientos donde ambas mujeres intentaron buscar ayuda espiritual y que, muy
por el contrario, sólo contribuyeron a desequilibrarlas siguen activos, y se
pueden encontrar fácilmente en internet -como lo comprobó La Segunda-,
donde ofrecen sus servicios incluso con los precios asociados. Pero, pese a
esta apertura a las redes sociales, poco se sabe en realidad de este tipo de
grupos.
El mismo
desconocimiento que reina en torno a los de tipo “apocalíptico”,
como la secta dirigida por Ramón Castillo, “Antares de la
luz", quien en un rito realizado en noviembre pasado sacrificó a un
bebé de sólo dos días de vida. El hombre, que hasta hace algunos años era
únicamente un músico amante de las quenas, convenció a una decena de personas
de que era un dios y que por ende un hijo suyo sólo podía ser el Anticristo
(los dioses no se reproducen). Lamentablemente, los expertos aseguran que no es
la única secta de este tipo activa en Chile.
“Carisma
y discurso armado”
El
académico de la UC y autor de varios libros sobre sectas Juan Guillermo
Prado ha investigado profusamente el tema. En base a esos antecedentes
asegura que en sectores del Cajón del Maipo, Valle del Elqui, en la Región de
Atacama y hacia el sur de Chile, “hay muchos otros grupos que están
clandestinos. Hay un movimiento sectario en nuestro país absolutamente
desconocido, sobre el cual no tenemos ni cifras, de cuántos son o cuántos
integrantes tiene cada uno de ellos”.
¿Por qué
usan el mensaje apocalíptico? “En todas las religiones se habla del fin
del mundo, Jesús dijo que venía, pero nadie sabe el día ni la hora, solamente
el Padre que está en el cielo. Aquí ocurre un fenómeno que parte a finales del
siglo XIX, cuando los adventistas comenzaron con estos anuncios. Existen casos
dramáticos de suicidios colectivos porque el tema del fin del mundo es
recurrente en la historia y lo seguirá siendo hasta que no ocurra, porque todos
quieren escapar a esa posibilidad y cualquier argumento sirve”.
Para que
una secta funcione efectivamente, indica, se requiere que el que hace de guía
posea ciertas características. “Debe tener carisma, un discurso armado
y un mensaje claro y creíble”. Para ello, dice Prado, estos sujetos toman
pasajes de algunas religiones y los mezclan para hacer verosímil su alocución.
Y el cuento
funciona con algunos porque “hay gente ávida de escuchar cosas
apocalípticas. Algunos piensan que es más atractivo morir en forma colectiva
que en forma particular, otros buscan la novedad y están los que caen por
soledad, encontrando en la secta un alivio a su agobio. El paso siguiente es
aislarlos del mundo conocido, familia, estudios, trabajo…”.
Misión
Rahma: cambio de “giro”
Originariamente
apocalíptico -después de 2012 cambió el discurso- es el grupo Misión Rahma, que
surgió en 1974 y llegó al país a comienzos de los años 80. Nunca estuvo
clandestino, por lo que es posible observar en su historia la mutación usada
para justificar su existencia.
Su líder
era Sixto Paz Wells, quien aseguraba haber viajado a las lunas de
Júpiter y haberse contactado con seres de luz que vivían en una ciudad de
cristal. En sus conferencias alertaba sobre un cataclismo nuclear que podría
concretarse en el año 2000 y decía que los seres luminosos usaban portales para
llevarse a algunos humanos para salvarlos y volver a poblar la Tierra en el año
2300.
Pese a que
no se acabó el mundo, el grupo fue creciendo con diferentes líderes dependiendo
del país del que se tratara. Después del 2000 extendieron el plazo hasta el 21
de diciembre del año pasado (por las supuestas profecías mayas). Un video en
youtube hablaba de que una especie de radiación procedente del centro de la
galaxia afectaría el “campo magnético de la Tierra, calentando la
atmósfera y, al hincharse el planeta, la corteza se resquebrajaría”.
Como no
pasó nada de nuevo, hubo otra mutación. En su página de facebook de Misión
Rahma Chile, se publica que “en los próximos días se sabrán cosas que cambiaran
vuestra historia”. Eso sí, “no se darán las cosas negativas que se
esperan y, en cambio, ocurrirán otras muy positivas y trascendentales en un
tiempo relativamente corto, que generarán definitivamente la reacción en cadena
hacia una era de luz y bienestar”.
En la
página hacen publicidad de conferencias de ufólogos hasta talleres y cursos,
con valores que van desde los $5.000 a los $60.000. La última vez que se
reunieron fue en Semana Santa, en el Cajón del Maipo. Misión Rahma ha sido
catalogada como secta por la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas
(RIES), un grupo de católicos que realizan seguimiento a estos grupos. En
España se han introducido denuncias por fraude fiscal contra Sixto Paz.
Lagos:
“Son difíciles de detectar”
El
sociólogo y experto en sectas Humberto Lagos señala que los
grupos con perfiles apocalípticos “son en general pequeños, herméticos,
cerrados y con fuertes grados de exclusividad. Y, además, excluyentes. El líder
dice ser elegido por la divinidad, asegura que tiene la verdad absoluta y que
es el camino para la salvación (…) Estos sujetos dicen ser la vía a otra
dimensión divina que proclaman como objetivo de todas sus prácticas”.
Y para dar
mayor veracidad al mensaje “se refuerza con la cercanía de un evento
específico, como el paso del cometa Halley (en 1986), con el cambio de milenio
o con la interpretación del fin del mundo el año pasado según el calendario
maya”, explica Lagos. El problema es que “cuando se gestan son
absolutamente difíciles de detectar. Sus integrantes son elegidos
disimuladamente. Sólo cuando las sectas están constituidas con estructura y
disciplina interna tienen mayor apariencia pública”.
¿En Chile
hay sectas apocalípticas? “Efectivamente. Aparecen de vez en cuando
unidos a una denuncia o porque hay un evento específico. Ahí su doctrina se
hace pública”.
Lagos
asegura que hay algunas sectas que incluso pueden contar con personalidad
jurídica y eso responde a que “la ley de culto es permisiva. Hay poco
control de las presentaciones que se hacen ante el Ministerio de Justicia y eso
ha provocado que se instalen grupos con perfil sectario”.
El abogado
y profesor de Derecho Público de la UC Jorge Precht, quien integró una comisión
parlamentaria que investigó el tema, afirma que “en Chile hay más de
4.000 entidades religiosas con personalidad jurídica de derecho público… Eso es
increíble”. Y agrega convencido: “La ley de iglesias es tan amplia
que permite cualquier cosa”.
A su
juicio, urge poner requisitos, como un mínimo de miembros y años de
funcionamiento, un asentamiento real y poder mostrar actividades antes de
darles la autorización. Y también debe existir una verdadera fiscalización.
Obviamente, hay otra buena cantidad de entidades “religiosas”que ni
siquiera intentan regularizarse.
Aunque
Precht dice que en Chile no hay definición de secta ni un listado de ellas (en
pos de la libertad religiosa), plantea que con la actual legislación se podría
hacer bastante más que ahora: en ciertos delitos -desde fraudes a muerte-
podría considerarse un agravante el que se cometa“bajo cobertura religiosa”.
Coaching
coercitivo
El español Josep
Riera, quien tiene un centro de hipnoterapia, afirma haber recibido a
decenas de personas sumamente afectadas por su participación en este tipo de
grupos mesiánicos. Y da pistas de cómo reconocerlos: son grupos cerrados, con “maestros” carismáticos,
que promueven formas de “transformación personal”. Captan
seguidores que pueden pagar costosos “cursos”, y que muchas veces
terminan comprometiendo su integridad física y emocional.
Recuerda
una empresa llamada “Seres Naturales", que se definía como de “coaching
coercitivo”, y que en septiembre de 2010 fue objeto de una denuncia ante la
Fiscalía de Peñaflor, por parte de uno de sus ex-miembros.
Ahí varios
participantes afirmaron que se trataba de una secta, con “ejercicios” extremos
como“enterrar viva a la gente, respirando sólo por un tubo de plástico, para
‘renacer a la luz’, o largas sesiones con privación del sueño y ayuno”. Los
integrantes debían aprobar niveles, desembolsando hasta $ 650.000 en total,
cada vez más radicales y extensos, que incluían un permanente acoso y quiebre
emocional. Además, tenían que reclutar a nuevos adeptos para lograr “graduarse”.
Muchos postergaban trabajos y familia, y hasta se endeudaban.
El caso fue
indagado por la Fiscalía Metropolitana Occidente, pero archivó la causa en
diciembre de ese mismo año por “falta de antecedentes”. “Ese
es uno de los grupos más destructivos que he visto desde que estoy en Chile”,
afirma Riera, quien califica de “preocupante” que sean
profesionales los que se dejan influenciar de esa forma. No hubo más denuncias.
Para Riera, “por vergüenza, muchos jamás asumirán que se equivocaron”.
La
difícil persecución penal de las sectas
El senador
independiente Carlos Bianchi hizo un llamamiento al Gobierno
chileno a desarchivar el proyecto de ley -ingresado en 2006- que busca regular
la proliferación de grupos que puedan caer en la categoría de sectas, o que
soliciten cooperación monetaria de sus seguidores para subsistir. La
iniciativa, dijo Bianchi, “es evitar el abuso que, se aprecia, existe
con la fe. Acá hay un vacío, sobre todo cuando se debe juzgar a individuos que
agrupan a otros con un objetivo, pero que terminan provocando daño en lo
económico, en materias sexuales y en el ámbito familiar”.
La
propuesta es aplicar penas de hasta 5 años, con multas que pueden superar los
$2 millones (30 UTM), cuando hay una apropiación de bienes o se explota la
credulidad de las personas. Las sanciones pueden variar dependiendo de si se
trata del líder del grupo, sus cercanos o seguidores.
Cámara
formó una comisión investigadora, que indagó más de 20 sectas “destructivas” en
el país, entre ellas la Moon, Niños de Dios y Tradición, Familia y Propiedad
(TFP). Sin embargo, no hubo mayores cambios legales, ya que en Chile no se penaliza
la manipulación o abuso mental, sólo el maltrato psicológico habitual, en el
contexto de violencia intrafamiliar.
por
ejemplo, con la llamada secta de Vilcún, descubierta en 2010 en la IX Región.
El grupo familiar “adoraba” a una niña de once años y en la
casa había un santuario, armamento, y un gran acopio de alimentos no
perecibles. Se les acusó de infracción a la ley de armas pero fueron absueltos.
En 2012 la niña les fue devuelta, tras pasar por dos centros del Sename.
“Se debe
recurrir a algo específico, a lo mejor maltrato infantil, o demostrar que las
personas están obligadas. Pero si están por voluntad propia no hay mucho que
hacer”, dice el
subcomisario de la PDI Rodrigo Reyes, quien investigó la llamada
Comunidad Ecológica Cristiana de Pirque. En ese caso, la líder Paola
Olcese fue absuelta el 2008 del homicidio por omisión de Jocelyn
Rivas, amparada en un “delirio mesiánico”. Y, en marzo pasado,
un tribunal le entregó la tuición de sus pequeños hijos, luego de que fuera
cuestionada luego de que los menores sufrieran graves quemaduras en un
accidente. Hoy el Sename sólo puede visitarlos regularmente y emitir informes
al tribunal sobre la situación de los niños.
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