RIES | La
Policía Nacional continuó el pasado 4 de octubre con las pesquisas sobre el
paradero de los once pastores que lideraron el éxodo masivo de familias
humildes originarias de cuatro países centroamericanos, que desde hace cuatro
meses viven en chozas en la comunidad de Mechapa, a 75 kilómetros de Chinandega
(Nicaragua), en espera de un rapto divino, tal como ya publicamos en Info-RIES.
Según
relata Carol Munguía en El Nuevo Diario, las autoridades le dan seguimiento al
comportamiento de este grupo de personas, integrantes del movimiento “Cuerpo
Místico de Cristo”, integrado por más de 600 personas.
“No hay
nadie detenido”, confirmó una fuente policial el 4 de octubre. Sin embargo,
agregó que la institución policial ha intensificado las investigaciones para
conocer a quién se le atribuye la responsabilidad de movilizar a todas estas
personas, que aseguran haber vendido sus propiedades y pertenencias y el dinero
obtenido lo entregaron a los líderes religiosos de la secta.
Detención del líder
Sin
embargo, ayer, 5 de octubre, el supuesto pastor nicaragüense Javier Sánchez,
responsable de congregar al Movimiento “Cuerpo Místico de Cristo” en la
comunidad de Mechapa, fue detenido por fuerzas policiales y trasladado a la
Dirección de Auxilio Judicial de Managua, cuando ingresaba al país procedente
de Honduras, según informó una fuente policial.
Aunque la
institución todavía no hace oficial la captura del líder religioso, trascendió
que junto a Sánchez fueron detenidas otras personas, entre ellas los pastores
hondureños Samuel Fúnez, Carlos Antúnez –quien tenía una iglesia en Masatepe–,
Eliázar Fúnez y el nicaragüense Justo Reyes, originario de Venecia, Chinandega.
Los
seguidores del pastor Javier Sánchez indican que éste es originario de la mina
El Limón, departamento de León, y lo consideran como “el ungido del Espíritu
Santo”, para guiar a los cristianos en estos tiempos y prepararlos para el
arrebatamiento o rapto divino de la Iglesia, el cual aseguran comenzará la
primavera en América del Norte en 2016.
“Están en
Auxilio Judicial en Managua. Aquí no están”, afirmó la fuente policial de
Chinandega al referirse a los líderes religiosos detenidos. La Policía de esta
ciudad informó a la Comisión Intergubernamental que atiende el caso de la
comunidad de Mechapa, que vigila el caso de una menor con varicela, además de
la presencia de dos niños que están en el campamento sin sus padres, también se
investiga la procedencia de los vehículos con placas centroamericanas
encontrados en el campamento.
Crece la acampada
Santos
Félix García, originario de la comunidad rural de La Grecia Número Cuatro, dijo
a El Nuevo Diario ser parte de este movimiento y aseguró que mañana viajará
junto a su familia a Mechapa para integrarse en las jornadas de oración.
“Soy
creyente de un mensaje divino. No estamos apoyados en ningún hombre, pero creo
que en el hermano Javier está la unción del Señor”, manifestó García, quien
también lamentó que su líder haya sido detenido en El Guasaule junto a otras
familias de nacionalidad hondureña.
García dice
que el pastor Sánchez lleva cerca de diez años viviendo en Venecia, y en los últimos
dos años ha venido planificando la reunión de los que se han congregado en
Mechapa, “puesto que aquí es donde se realizará el arrebatamiento, y todavía
falta gente que viene a sumarse de otros lugares”, aseguró.
El humilde
campesino, dedicado a la agricultura, afirmó que no le extrañan los
acontecimientos ocurridos en los últimos días. “Ya esperábamos estas
tribulaciones y persecuciones. Está escrito. Nosotros vamos a seguir sembrando
frijoles en La Grecia, donde los hermanos alquilaron siete manzanas de tierra y
otras seis manzanas de ajonjolí que se siembran en Venecia para suplir la
comida en el campamento”, explicó García.
¿Con antecedentes?
Por su
parte, el pastor evangélico Miguel Ángel Casco mencionó que Javier Sánchez,
líder de la secta, sería la misma persona que en diciembre del 2014 anduvo
reclutando con mensajes religiosos a campesinos en la zona de Ayapal, hecho que
provocó un enfrentamiento entre una banda de delincuentes y la Policía, dejando
a 10 personas fallecidas, de las cuales cuatro eran policías.
“Ahora
aparece en Chinandega impulsando este movimiento, entonces hay que analizar y
esto le corresponde a las autoridades competentes, ver el nexo que existe entre
ese hecho de Ayapal y lo que ocurre en Chinandega, en términos de investigación”,
señaló Casco.
Preocupación de las autoridades
Hasta el
momento, se sabe que los guatemaltecos, salvadoreños y hondureños que se
encuentran en el campamento están legales, porque su permiso de permanencia
dura tres meses.
“Son
familias enteras que están con su gusto en Venecia. Entonces, no podemos hablar
que permanecen a la fuerza. Pero preocupa el estado de la niñez, hay menores de
cinco años, algunos en estado de desnutrición, ellos se niegan a que se les
brinde tratamiento y rechazan la atención médica ofrecida por el Gobierno”,
dijo Alcides Altamirano, secretario político, del partido de Gobierno.
Altamirano
dijo que el Ministerio de Salud atendió a un grupo de niños, de los cuales dos
quedaron hospitalizados por su condición vulnerable, “hay mujeres embarazadas
que no llevan un control prenatal y esto nos preocupa, porque se vuelve un
problema de salud y de la familia”, enfatizó Altamirano.
A las
autoridades de Gobierno les llama la atención que para sostener este tipo de
campamento son necesarios muchos recursos económicos, porque se trata de
garantizar la alimentación diaria, tres veces al día, de más de 600 personas.
“Llenos de gozo”
El estado
de felicidad que muestran los rostros de las personas concentradas también
desconcierta. El convencimiento de sus creencias no les permite reconocer que
exista ninguno de los peligros advertidos por las autoridades políticas y
sanitarias y más bien se animan entre ellos a perseverar y esperar el rapto
divino, que aseguran puede ser en cualquier momento.
Julio
Bustamante, originario de La Ceiba, Honduras, vino solo. Su familia se negó a
acompañarlo en esta aventura porque no cree en ese mandato, al menos, como está
planteado por el líder Javier Sánchez, actualmente desaparecido. “Yo sigo la
palabra. En mi ciudad no existe esta congregación. Yo sigo la profecía de
William Branham”, afirma Bustamante.
Branham
nació en Kentucky el 6 de abril de 1909, fue figura de un movimiento religioso
posterior a la Segunda Guerra Mundial y murió el 24 de diciembre de 1941, en un
accidente de tráfico, después de varios días de condición de salud deplorable.
En el
campamento religioso hay comida para todos. El viernes a mediodía el menú fue
arroz y espaguetis, con tortilla y fresco, mientras que la cena fue arroz y
frijoles, en moderadas proporciones. El dinero para comprar los alimentos para
toda la gente “viene de la providencia, hermana”, aseguró Yerald Loza, sin explicar
de dónde proceden los recursos con que se compran los víveres.
Algo que
llama mucho la atención en el campamento son las instalaciones de una fábrica
de bloques, con la cual se supone se construyeron las cuatro viviendas en las
que vivían con cierta comodidad los pastores ahora desaparecidos, mientras que
el resto de la población está en hacinamiento bajo chozas de zinc y madera y
duerme en hamacas.
Cardenal Brenes: “la policía debe
actuar”
El
arzobispo de Managua, cardenal Leopoldo Brenes, dijo que la Policía Nacional
“debe actuar y castigar a los que se aprovechan de la gente humilde”, en
referencia al controvertido grupo, según relata el mismo diario nicaragüense,
en una información firmada por Hatzel Montez.
Asimismo,
el prelado señaló que “como iglesia” trabajan en función del bienestar y la “fe
de las familias”, abogando por su salvación y bienestar. “La salvación está en
Cristo Jesús y no en el hombre, muchos viven de la fe y es ahí donde la
justicia terrenal debe hacer su trabajo”, aseveró el cardenal.
Los niños, sin sanidad ni
educación
Los adultos
del campamento, además, impiden que sus niños reciban atención médica y asistan
a la escuela, según informó el 5 de octubre el Ministerio de la Familia,
Adolescencia y Niñez (Mifan). En las visitas preliminares, realizadas por los
equipos de nuestro Gobierno, se pudo constatar que “los niños ahí alojados no
están asistiendo a la escuela ni recibiendo ningún tipo de atención en salud,
porque los adultos no lo permiten”, dijo la titular del Mifan, Marcia Ramírez.
Los niños
no necesariamente están a cargo de sus padres, agregó la ministra. El grupo
religioso, al que medios locales llaman “secta”, está compuesto por unas 600
personas, 330 niños entre ellas, que vendieron sus propiedades en El Salvador,
Guatemala, Honduras y Nicaragua, para alcanzar “la salvación”, según un informe
del Mifan.
El Gobierno
investiga a estas personas, para descartar delitos y garantizar los derechos
humanos de sus familias. El Mifan “está haciendo presencia en el asentamiento
para conocer a profundidad el cumplimiento de los derechos de protección básica
de riesgo que se pueden derivar del alojamiento colectivo”, señaló Ramírez.
Delegaciones
de técnicos de diferentes instituciones del Estado serán enviadas al lugar,
para “profundizar en la situación de cada niño, niña y adolescente que esté en
el campamento”, agregó la ministra. Un informe preliminar del Mifan reveló que
el grupo religioso vive en condiciones precarias en una finca que compraron con
el dinero reunido con la venta de sus bienes.
“Hemos
atendido niños con problemas en la piel y mujeres embarazadas a las que
necesitamos hacerles control prenatal”, añadió el director del Hospital Teodoro
King, de la ciudad de El Viejo, Marvin García, en declaraciones a la agencia
Efe. El Ministerio garantizó colchonetas para la comunidad, debido a que sus
habitantes duermen en hamacas, detallaron las autoridades.
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