Como
preludio a otro "Día de la Ira" en zonas controladas por palestinos,
en las últimas horas del jueves pasado jóvenes
palestinos incendiaron la histórica tumba de José, cerca de la ciudad de
Nablus, que era la ciudad bíblica de Siquem en Samaria. Los atacantes
ocasionaron graves daños al sitio.
Éste es
sólo el último de una serie ataques contra uno de los sitios más sagrados de la
fe judía, que también debería significar mucho para los cristianos.
El lugar de
descanso de José es mencionado unas tres veces en las Escrituras.
En Génesis
50:24, cuando José está a punto de morir, luego de subir al nivel más alto de
autoridad en Egipto, dijo a sus hermanos: "Yo voy a morir; mas Dios ciertamente os visitará, y
os hará subir de esta tierra a la tierra que juró a Abraham, a Isaac y a
Jacob."
Y Génesis
50:25 continúa diciendo: "E hizo jurar José a los hijos de Israel, diciendo:
Dios ciertamente os visitará, y haréis llevar de aquí mis huesos."
El libro de
Éxodo relata que Moisés cumplió el juramento cuando los israelitas salieron de
Egipto hacia la Tierra Prometida, y los huesos de José fueron llevados a
Siquem.
En el libro
de Hebreos, el capítulo 11 describe los grandes actos de fe de los patriarcas e
incluye a José.
"Por la fe José, al morir,
mencionó la salida de los hijos de Israel, y dio mandamiento acerca de sus
huesos", Hebreos 11: 22.
La
profanación de la tumba de José no es un evento para tomarse a la ligera en el
reino espiritual, y debe ser ampliamente condenado en todo el mundo. Este es
sólo el último de una serie de ataques, no sólo en ese mismo sitio, pero fieles
judíos rinden homenaje en ese lugar.
El
presidente palestino, Mahmoud Abbas, es en gran parte el responsable de
promover un ambiente de hostilidad abierto hacia el pueblo judío y la historia
es considerada sagrada para los judíos.
A su favor,
Abbas condenó este ataque y dijo que los palestinos ayudaron a reconstruir la
tumba.
El
siguiente paso para Abbas y los líderes occidentales en Washington y las
capitales europeas, así como en las Naciones Unidas, es condenar la
consistencia de tales actos y arrojar a la luz la promoción de odio por los
judíos en los sistemas de educación y los medios de comunicación de la
Autoridad Palestina y el grupo terrorista Hamás.
Eso es lo
que crea un clima de rabia que envía una generación a destruir los lugares
sagrados.
Esto no es
algo que el "proceso de paz" pueda resolver. Ninguna cantidad de
concesiones territoriales israelíes en lugares como la tumba de José será
sofocar tales actos de destrucción.
Fuente:
Mundo Cristiano
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